Cinco y cuarto de la tarde. Restaurante La Candela, en la calle Feduchy de Cádiz. Los últimos comensales terminan la sobremesa mientras Víctor, su propietario, y su equipo se afanan en sus labores. Actividad normal de un viernes en uno de los locales más acogedores del centro histórico. Todo marcha como la seda hasta que algo rompe el encanto. Un tipo de unos 30 años entra en el local escopeta en mano y se dirige hacia la caja donde se guarda la recaudación del día. Todo pasa muy rápido. Uno duda. Parece vivir una película, no sabe si espetarle al intruso un espontáneo ¿qué hace quillo? o esconderse detrás de la barra. Al final, ni lo uno ni lo otro. El atracador, a cara descubierta, exige que abran la caja y le den el dinero. Víctor obedece. No es tiempo de héroes. La escopeta parece de balines, pero nunca se sabe. Más vale un por si acaso que un quién iba a pensar. Son 500 euros del ala. Ninguna vida cuesta tan poco. Ni el susto siquiera. El atracador agarra su botín y ante el nerviosismo de empleados y clientes emprende una frenética huída hacia la Catedral. Los camareros llaman rápidamente a las fuerzas del orden público y agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional comienzan la búsqueda, que al cierre de esta edición aún no había dado resultados.

Una hora después, ya más tranquilo pero todavía con el susto en el cuerpo, Víctor, el propietario de La Candela, relataba a este medio lo ocurrido. "Ha sido todo muy rápido, ha entrado, nos ha apuntado con la escopeta y nos ha dicho a gritos que le diéramos el dinero de la caja, que tampoco era mucho, unos 500 euros de los servicios del almuerzo. Todavía había clientes en el restaurante, ha sido un rato muy malo", confesó.

El atraco confirma lo que la Policía Nacional está notando en los últimos meses, un aumento de la criminalidad en diferentes puntos de la ciudad, posiblemente como consecuencia del regreso a las calles de drogas que producen una gran dependencia como la heroína, casi erradicada hace algunos años pero que la crisis económica ha devuelto al candelero para desgracia de muchos.

Por otro lado, ayer se tuvo conocimiento de la detención del presunto autor de otro robo con fuerza ocurrido en un bar de la calle Plocia. La Policía Nacional capturó a J.D.G.S. de 39 años de edad y vecino de Cadiz, como presunto autor material de los hechos ocurridos la noche del 27 de octubre, cuando una persona accedió al interior del establecimiento tras forzar la baraja metálica y fracturar una de las puertas de acceso al local. En pocos minutos se apoderó de la escasa recaudación que el propietario del negocio guardaba en la caja registradora y en otra caja de caudales para salir precipitadamente del lugar dejando esparcidas varias monedas y billetes por el suelo.

La investigación policial fue desarrollada por el Grupo de Delincuencia Urbana con el fin de esclarecer los hechos y tras realizar diferentes gestiones lograron identificar a J.D.G.S. como presunto autor material de los hechos. Por ello el pasado 11 de noviembre se le localizó en la Plaza de San Juan de Dios, donde se procedió a su detención y posterior traslado a la Comisaría Provincial, donde fue ingresado en los calabozos.

El detenido, que ha sido puesto en libertad con cargos, tiene un amplio historial delictivo por delitos contra el patrimonio de los cuales ha cumplido penas privativas de libertad en Prisión y siempre utilizando el mismo modus operandi.