Una decena de entidades sociales llevan desde marzo del pasado año esperando que el teniente de alcalde Ignacio Romaní, presidente de Aguas de Cádiz, les conceda una entrevista en la que abordar las dificultades que para muchas familias necesitadas supone hace frente al recibo del agua y encontrar una salida a la situación en la que se encuentran.

Cáritas Diocesana, la Fundación Dora Reyes, la Fundación Benéfica Virgen de Valvanuz, los Caballeros Hospitalarios de San Juan Bautista, Cruz Roja, el comedor Virgen Poderosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Madre Coraje y varias hermandades suscribieron un escrito dirigido al citado edil en el que le expresaban su preocupación por la situación en la que viven muchas familias que se acercan a dichas entidades para solicitud ayuda para pagar, entre otras graves necesidades, el recibo del agua.

En el escrito también señalaban que el agua es un elemento esencial para la vida y un bien que debería estar garantizado o subvencionado como ocurre, por ejemplo, con los medicamentos, aparte de aludir a la diferencia existentes entre el consumo real y el importe final de la factura, ya que el gravamen que tiene en concepto de impuesto aumenta en algunos casos más de un 400% el gasto de consumo real.

Como adelanto a la entrevista y sugerencia a estudiar, las entidades le proponían a Romaní facturar a las familias con menos recursos solo el concepto de agua y no los demás o fijar un número de metros cúbicos gratuitos por miembro de la unidad familiar y facturar a partir de que se supere el número de metros cúbicos asignados.

José Cuadrado, vicepresidente de la Fundación Dora Reyes, una de las entidades firmantes del escrito, cita como ejemplo un recibo medio en el que el suministro de agua asciende a 6,36 euros, el saneamiento a 4,19 euros, depuración y vertidos 8,31 euros, recargo transitorio, 0,32 euros; canon autonómico de depuración, 2 euros; transporte, transformación, eliminación de residuos sólidos urbanos (la basura) 17,33 euros, y el 10 % de IVA, 3,85, lo que hace un total de 42,36 euros.

Al respecto destaca que mientras que el agua como tal sólo cuesta 6,36 euros el recibo se multiplica por siete con los demás conceptos, y afirma que "6 euros se pueden pagar incluso pidiendo limosna, pero 42 ya es más difícil, aparte de que no se prima ni siquiera un bajo consumo". Asimismo indica que el pasado año la Fundación Dora Reyes destinó 24.415,92 euros a pagar 408 recibos de agua y desde el pasado enero hasta ayer ya las ayudas se elevan a 19.422,15 euros.

Por otra parte, también aporta posibles soluciones, como estudiar los metros cúbicos imprescindibles para una persona, multiplicarlos por los miembros de la unidad familiar y que dicha cantidad sea gratuita, facturándose el pago a partir de superarla.

Igualmente estima que el impuesto de basura debe cobrarse a través del IBI a los propietarios de las viviendas, repercutiendo en los inquilino en caso de alquiler. Como ventajas cita que las familias en situación de necesidad se amoldarían al consumo mínimo para no tener que pagar el recibo del agua, mientras que las demás pagarían la diferencia del consumo más el resto de conceptos.

Por otro lado, apunta que al ser el consumo una de las partidas más pequeña del recibo, Aguas de Cádiz no sufriría un gran perjuicio, mientras que la basura la seguirían pagando los propietarios de las viviendas, que verían incrementado el recibo del IBI en unos 50 euros más al semestre.

Finalmente destaca que "suministrar el agua a los ciudadanos tiene que ser un servicio, no puede ser un negocio".