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Cádiz

"¡Venga, que es el último pleno de los ciudadanos!"

  • Los intervinientes no sólo criticaron al PP, también 'cobraron' los partidos de la oposición

"¡Venga, que este es el último pleno de los ciudadanos!", gritaba el presidente de la asociación de vecinos Los Tres Arcos del Pópulo, Pedro Pérez, al término de la sesión de ayer mientras la corporación salía en fila india. Eran las cinco de la tarde y había finalizado el último pleno en el que se abría el grifo de las intervenciones a todo el que lo hubiera solicitado. A partir de ahora se regulará las participaciones del público, lo que ayer mismo centró el discurso de dos de los trece ciudadanos que tomaron la palabra, de un total de 19 que lo habían solicitado. Entre el par que se refirió a la nueva 'ley' de intervenciones estaba Ana María, que defendió el derecho "a exponer nuestras dificultades". Ella, limpiadora de dependencias municipales condenada a arresto domiciliario por protestar, precisamente en un pleno, por su situación laboral, recordó que el desalojo, a su juicio desproporcionado, por parte de la Policía Local "no se hubiera producido si usted -refiriéndose a la alcaldesa- no lo hubiera ordenado. No se puede tratar así a madres de familia y a abuelas trabajadores, como delincuentes". El recuerdo de lo sucedido a estas limpiadoras estuvo presente todo el pleno, ya que los concejales de Izquierda Unida, Sebastián Terrada y Fernando Vivas, lucían unas camisetas en las que se podía leer "Solidaridad con las trabajadoras de la limpieza".

El citado dirigente vecinal no se cortó a la hora de calificar los plenos como "penosos", agradeciendo los "gritos" de la alcaldesa que despiertan "a los que se duermen" en las sesiones. Pedro Pérez habló de una "alcaldesa en decadencia, una ciudad dormida con menos habitantes y más parados" y un Ayuntamiento "que es la Casa de las Brujas donde se persigue a todo el que vaya en contra del PP".

La primera intervención prevista era la de Inmaculada Michinina. Periodistas de televisiones nacionales estaban allí, al acecho de su activista favorita. Michinina no estuvo en el pleno, aunque muchas de sus reivindicaciones se oyeron en boca de otros compañeros. En contra de lo que pudiera parecer, el equipo de gobierno y la alcaldesa no fueron los únicos destinatarios de las críticas del público. Por ejemplo, Daniel Chouza, representantes de los alumnos de la Escuela de Hostelería, arremetió contra el PSOE e IU. "Me da vergüenza como andaluz y como gaditano escuchar a PSOE e Izquierda Unida decir que nos apoyan -el tema se había tratado con anterioridad-. Se me caería la cara de vergüenza si me sentara ahí y dijera eso. Están ustedes en la Junta con trampas legales, sin haber sido elegidos. Y son ustedes los que tienen que cortar la cabeza a los rateros de sus partidos". "¿Que no funciona el plan formativo? Hombre, si esta Escuela tiene un 95 por ciento de inserción laboral. Que manden el dinero y luego pidan los papeles. Porque comer hay que comer", soltó Chouza.

Más de un ciudadano pidió a los partidos más diálogo y menos enfrentamientos políticos para arreglar la situación socioeconómica de Cádiz. "Dejen de pelearse, hagan un frente común", solicitaba Francisco Galván. María Dolores clamaba por que se agilizaran las listas de demandantes de viviendas. "Mis hijos viven asustados, entre ratas. Y yo, con 426 euros de ayuda familiar", decía esta vecina del número 30 de avenida Portugal, con graves problemas de infravivienda, que ya no sabe "a quién acudir".

No fue un pleno tan ruidoso como muchos de los anteriores. Y entre los políticos, algún que otro pique. Juan José Ortiz dijo a Terrada que había hablado "con cara de siliconero". A su vez, Terrada le dijo a la alcaldesa que le veía "cara de mosqueada". Martínez sonreía y se la guardaba para más tarde. Fue cuando señaló al portavoz de IU que "lo mío es una sonrisa sarcástica porque no le entiendo a usted cuando habla".

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