V premio libertad cortes de cádiz | el acto en la casa de iberoamérica

Otro revuelo en Cádiz

  • La visita de Mujica y las medidas de tráfico y seguridad sorprendieron a muchos ciudadanos Ambiente de gala en la Casa de Iberoamérica

La ciudad se había adaptado de nuevo a la tranquilidad del día a día, después del Bicentenario de la Constitución. Y de repente, ayer volvió a toparse con un reflejo del Doce: altas medidas de seguridad, aparcamientos anulados, calles cortadas, policías cada pocos metros... Muchos ciudadanos se preguntaban ayer qué es lo que estaba ocurriendo, por qué estaba así la ciudad. Y en la Casa de Iberoamérica se plantó un señor de avanzada edad, con cara y aspecto cercano, que reflejaba en su cuerpo el peso de su propia vida y de la responsabilidad que afronta en estos momentos así como la normalidad con la que concibe su posición. Allí estaba el presidente de la República Oriental del Uruguay, José Mujica Cordano. Allí estaba Pepe, como le llaman sus paisanos por la calle.

La presencia del premio Libertad Cortes de Cádiz del año 2013 en la ciudad solo fue por unas horas. Suficientes para derrochar toda una lección de vida al público que estuvo ayer en la antigua Cárcel Real y para llevarse también algún recuerdo de la tacita. Además del premio en sí -consistente en una reproducción de una obra de Luis Vasallo y en un diploma realizado por Galván-, la alcaldesa obsequió al presidente uruguayo con semillas para que plante en su casa. Esto tuvo lugar en un encuentro más íntimo que la alcaldesa mantuvo con el mandatario iberoamericano, que también le trajo a Teófila Martínez un poncho de color negro, y que igualmente tuvo ocasión de firmar en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Cádiz.

Mientras José Mujica visitaba algunas dependencias de la Casa de Iberoamérica, el público asistente iba tomando posición. Distintos sectores, representaciones, profesionales y gaditanos se dieron cita en la quinta edición de estos premios Cortes de Cádiz, que tenían la particularidad de entregarse por la mañana. En el patio principal de la Casa de Iberoamérica se dieron cita el secretario iberoamericano, Enrique Iglesias; el embajador de Uruguay en España, Francisco Bustillo; su homólogo español en el país latinoamericano, Roberto Varela; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón; el subdelegado del Gobierno, Javier de Torres; el de Defensa, Vicente Pablo Ortells; el responsable de la Guardia Civil en Cádiz, Antonio Tocón; el consejero de Vivienda de la Junta de Andalucía, Manuel Cárdenas. También estaban el rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo; los directores de los principales medios de comunicación de la ciudad; la presidenta de la Asociación de la Prensa, Libertad Paloma; el presidente de Horeca, Antonio de María; el vicepresidente de los jóvenes empresarios, Jesús Belgrano; el empresario y farmacéutico José Ramón Zamora; el presidente del Casino Gaditano y miembro del jurado de estos premios, Miguel Nuche; el escritor Jesús Maeso de la Torre; el empresario José Ruiz. Joaquín Arcusa, Guillermo Boto, Nadia Consolani, el presidente de la asociación de vecinos de Santa María, José Rodríguez; la pareja artística que forman Conchita Aranda y Bendito; y un largo etcétera que llenó ese patio principal de la antigua Cárcel Real.

Todos ellos rompieron en un fortísimo aplauso cuando Mujica finalizó su intervención, su reflexión, su clase teórica sobre la vida. "Ha sido una lección, una forma de expresar los planteamientos ideológicos de una manera humanista", destacaba al término del acto Manuel Cárdenas, que coincidía con Mujica en que la sociedad "no solo puede sino que debe cambiar" y que confesaba haberse sentido "como si estuviera sentado en una butaca en su casa", por la cercanía y la sencillez con que se expresó el líder premiado por la ciudad de Cádiz.

El paisano de Mujica, Enrique Iglesias, se mostraba también muy satisfecho tanto por el reconocimiento dado a su compatriota como por el "testimonio de su vida y de sus convicciones". "Es leal con su forma de ver el mundo y los uruguayos estamos muy orgullosos de él", añadió Iglesias, que quiso reconocer el pleno merecimiento de los cinco premios Cortes de Cádiz que ya se han entregado.

Mujica defendió enérgicamente en el improvisado auditorio -con la mitad del público a pleno sol y la otra mitad a la sombra- su visión de la vida, su deber como máximo gobernante de Uruguay. Y en la copa que se sirvió después del acto volvió a verse a Pepe, ese hombre quizás cansado por tanta historia, tanta lucha social, que acumula sobre sus espaldas y que necesitó sentarse mientras recibía felicitaciones. Contradicciones de la vida. Él, que había estado privado de libertad durante catorce años, recibía ayer el premio Libertad en la antigua Cárcel Real. De Uruguay a Cádiz. De Múgica a Pepe.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios