La Unidad de Atención Psicológica de la Fundación de la Mujer, del Área de Familia del Ayuntamiento, atendió a lo largo del pasado año a unas 400 mujeres, por cuestiones que van desde la violencia de género hasta los trámites de separación, pasando por problemas socio-económicos, acoso laboral o conflictos familiares, según indican en la memoria anual.

La teniente de alcaldesa del Área de Familia, encargada de Mujer, Mercedes Colombo, puso de manifiesto que según los datos que se reflejan en la memoria, "del total de mujeres atendidas en esta unidad, el colectivo más numeroso y prioritario de usuarias son las víctimas de violencia de género, refiriéndose tanto a la violencia física como a la psicológica. Atendidas por primera vez constan 125 mujeres".

Según el perfil realizado por las psicólogas, la mayoría de las mujeres que acuden a la Unidad de Atención Psicológica son solteras, de entre 26 y 45 años y con formación profesional o Estudios Primarios.

Esta unidad trabaja en varios frentes: la atención individualizada a mujeres en el grupo terapéutico para víctimas de violencia de género, en el grupo Hablemos, en el programa Cortando el ciclo y el programa Poniendo límites.

Desde esta unidad se proporciona atención psicológica a mujeres víctimas de violencia de género o de cualquier otro tipo de agresión, mujeres que se tengan que enfrentar a cambios importantes en sus procesos vitales y en definitiva, a toda circunstancia marcada por el hecho de ser mujer.

En este tipo de atención se sigue un protocolo, en el que primero se hace una entrevista en la que se abre expediente a la usuaria en la unidad, después se hacen seguimientos personales y también telefónicos.

Dentro del apoyo psicológico a víctimas de violencia psicológica destaca que cada vez se hace más relevante y, por consiguiente es más frecuente, la demanda de apoyo psicológico de progenitores, especialmente las madres que están sufriendo violencia por parte de sus hijos, alcanzando el 8,30% de lo casos.

A través del grupo Hablemos, explica Colombo, "se atiende a las mujeres en grupos, pero se ofrecen matices que complementan la intervención individual. Las profesionales estimulan el autoconocimiento, la autoestima, la expresión de emociones y sentimientos, a la vez que favorecen la autonomía, entre otras actuaciones".

Mientras tanto, con el programa Cortando el ciclo, se atiende a los hijos de mujeres víctimas de violencia de género. "De tal forma que se les ayuda a superar los daños recibidos, a la vez que se les enseñan pautas de relación no violentas", añade la concejala de la Mujer.

En cuanto al programa Poniendo Límites, que surge ante la demanda de padres y madres de chicas víctimas de violencia de género, lo que busca es "superar la situación de crisis producida por la violencia, así como acompañarles en el proceso de cambio que conlleva a participar de pautas de relación no violentas. Para conseguir los objetivos, se realiza una intervención individual donde se valora a la joven, así como su situación, conflictos y necesidades, a la vez que se realiza una entrevista a los progenitores".