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Cádiz

Emerge el mercado de apartamentos turísticos en Cádiz

  • Estudian convertir en este tipo de emplazamientos casi inexistentes en la ciudad tres edificios ubicados en Sagasta, Obispo José María Rancés y Pasquín

Los apartamentos turísticos comienzan a aflorar en la casco histórico de Cádiz. Cada vez son más los visitantes que buscan este producto en particular que ofrece los servicios básicos de hotel más el valor añadido de otras comodidades propias del hogar. Si esto ocurre en un entorno de gran valor histórico y patrimonial, en pleno centro de la ciudad, mejor que mejor.

Así lo concibe Salvador Jiménez Viaña, uno de los socios de los apartamentos turísticos Casa Palacio Cádiz, situados en plena calle Ancha, que abrió sus puertas el pasado mes de junio y que también regenta otro negocio similar en el número 33 de la misma calle. Este economista, ex banquero y ex promotor inmobiliario ha descubierto los encantos de este mercado emergente en la ciudad, y ha fijado su mirada en otra finca emblemática ahora vacía en la calle Sagasta, 1, que estudia convertirla en un edificio con 25 apartamentos turísticos, entre los que incluye la torre mirador, de la mano del arquitecto gaditano Gumersindo Fernández. En este caso se trata además de un edificio con protección de grado 0, similar a la de cualquier monumento.

La conversión de edificios con encanto en apartamentos turísticos es una salida factible al mercado, a la que también planean acogerse la propiedad de la finca situada en Pasquín, 1 -también con protección de grado 0-, donde se ha realizado el anteproyecto de 9 apartamentos en el que igualmente se incluye la torre mirador, así como la del número 6 de la calle Obispo José María Rancés, donde se han proyectado un total de 10 apartamentos, 8 de un dormitorio y dos de dos dormitorios, también realizados por el mismo arquitecto.

Este último edificio, perteneciente a Monumentos Alavista, contaría además con las termas romanas que se han proyectado en la planta baja del edificio, cuyas obras están paradas en la actualidad.

A estos nuevos emplazamientos se suman los de la finca del número 12 de la calle Santa María, que se convertirá en cuatro apartamentos y que ya cuenta con licencia de obra, a la que se adhiere también el edificio de Botica, 2, ambas en el barrio de Santa María, que ya está en funcionamiento. Una oferta, en definitiva, que se ha incrementado considerablemente en este último año, desde que abrieron los apartamentos de Ancha, de El patio del Panadero en la calle San José, cerca del Oratorio, y el de Torre Mirador, en Teniente Andújar.

Salvador Jiménez Viaña ha percibido la importante demanda turística de este tipo de productos en el centro de la ciudad. "Quien busca esto, no busca un hotel, ni un apartamento particular y existe realmente este tipo de demanda", asevera de estos emplazamientos cómodos y funcionales que, además, parecen solicitar cada vez más familias, ante la facilidad que ofrecen de hacer alguna comida en la casa. Sobre todo cuando se trata de estancias más largas.

Por eso ve viable esta vía de negocio en estos tiempos que corren, siempre desde la correcta e impecable gestión y el trato personalizado que él mismo se encarga de otorgar a sus clientes. "No estamos hablando de un negocio de gran rentabilidad con el que enriquecerse, sino con el que mantenerse". Con el que salir a flote, utilizando los recursos patrimoniales que atesora Cádiz en cada esquina, en cada calle y que viene buscando el turista. "La gente tiene apetencia de Cádiz y es muy importante la calle, el centro de la ciudad", dice.

Él mismo se encarga de atender a cada cliente, al que sugiere visitas, recorridos, restaurantes, estableciendo así lo que denomina un "feed back interesante", que le ha descubierto una satisfactoria vocación a la que dedica muchas horas al día.

Y esto es justo lo que pretende hacer en la preciosa finca de Sagasta, 1, para lo que está en trámites con la propiedad, que parece ser la inmobiliaria Solvia, de Banco Sabadell. "Todavía no hay nada cerrado".

Este tipo de productos responde a un mercado inmobiliario ahora parado en lo que respecta a la venta de viviendas convencionales, que han dejado de ser rentables. De hecho, tanto la finca de la Casa Palacio en la calle Ancha, como la de Obispo José María Rancés, se había proyectado inicialmente como viviendas de renta libre, pero sólo una iniciativa de estas características las devolvería al mercado.

En la actualidad, los apartamentos Casa Palacio están en trámite de consecución de la categoría de apartamentos turísticos por la Junta de Andalucía, lo que garantiza al visitante una serie de servicios y zonas comunes, que va en función de la categoría o el número de estrellas.

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