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Cádiz

"Francisco le va a picar a mucha gente porque es muy valiente"

  • El sacerdote y jesuita gaditano Ernesto Sánchez Gey conoció al nuevo Papa en Buenos Aires hace más de 25 años

"Me impresionó cuando lo conocí en Buenos Aires hace más de 25 años, porque es muy valiente", afirma el sacerdote y jesuita gaditano Ernesto Sánchez Gey cuando recuerda su primer encuentro con el entonces sacerdote y también jesuita Jorge Mario Bergoglio, desde el pasado miércoles el Papa Francisco.

El padre Ernesto apunta que fue en una residencia de la Compañía de Jesús en la capital de Argentina y señala que "era un hombre delgado, pero de buena salud", para añadir que él acababa de llegar y el ahora Santo Padre se preparaba para viajar a Alemania donde iba a realizar un doctorado.

El sacerdote gaditano, de 82 años, que se ordenó en Granada en junio de 1964, destaca que detectó que "era una persona de valor, muy humano, pero siempre en su sitio y daba opiniones bien pensadas antes".

Por eso destaca que cuando fue proclamado Papa "pensé que no iba a ser como los demás, que le va a picar a mucha gente".

El padre Sánchez Gey, actualmente destinado en Córdoba, después de 26 años de ejercer su ministerio en Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Ecuador y Méjico, entre otros países latinoamericanos, especialmente en zonas pobres resalta que el primer Papa jesuita y de habla española "es un hombre muy valiente y muy claro, es un argentino puro, lanzado, expresivo y cariñoso".

El padre Ernesto, que sintió la vocación sacerdotal cuando tenía 17 años y entró en contacto con el entonces superior de la Compañía de Jesús en Cádiz, el padre Ricardo Garrido, para dos años más tarde entrar en el noviciado, dijo por último que "si no se agota psicológicamente como su antecesor, tenemos Papa para rato".

Actualmente está destinado en Córdoba, donde además el consiliario de la hermandad del Cristo de la Buena Muerte, que se venera en la iglesia de San Hipólito en la capital de la Mezquita, y estos días ha participado en unos ejercicios en El Puerto.

El padre Ernesto se une al actual director espiritual del Seminario de San Bartolomé, el sacerdote argentino José Antonio Medina, que ha tenido la oportunidad de colaborar con él cuando era arzobispo de en Buenos Aires, y el prior del convento del Carmen, Carlos Quijano, cuando estuvo destinado en Córdoba (Argentina), poco antes de ser nombrado arzobispo. Ambos destacan su sencillez, su austeridad, su valentía y su actitud para liderar la Iglesia.

Por otra parte, los sacerdotes gaditanos Marco Antonio Huelga y Antonio Montero, fueron dos testigos de excepción en la plaza de San Pedro del Vaticano , donde vivieron su proclamación.

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