Cádiz

"Si no hubiera tenido esta profesión, a lo mejor habría entrado en política"

  • Entrevista. Charlamos con el oftalmólogo Antonio Fernández-Repeto Valls, historia viva de la ciudad en los últimos 35 años gracias a las múltiples actividades en las que ha participado

Antonio Fernández-Repeto Valls (El Puerto, 1950) lo conoce casi todo el mundo en Cádiz. No es extraño porque ha estado en multitud de frentes y gracias a su profesión ha mirado a los ojos de muchos gaditanos. En su consulta de la calle Valverde realiza esta entrevista que comienza cuando le enseñamos una foto en la que aparece con el tipo del coro 'La guillotina' en 1978 transportando el ataúd para el entierro de las Fiestas Típicas en San Juan de Dios.

-¿Qué recuerdos le trae esa foto?

-Me dice mucho esa fotografía. Ha sido uno de los hitos del Carnaval actual. Ahí sale gente como Bambi, Manolo Bocanegra, Eduardo, Jorge Ayala. Éramos una buena pandilla. En esos años, de 1977 a 1983, es cuando se forma el Carnaval actual. Yo estuve en Los Dedócratas y posteriormente en 'Los buscaoros', la primera chirigota callejera. Aquello que era entonces algo raro, hoy es de lo que le da más prestigio al Carnaval de Cádiz.

-Esa foto es del coro 'La guillotina, en el año 1978. ¿Qué pasaría por la guillotina del Carnaval actual?

-El Carnaval ha perdido mucho en el concurso. Quizás es un tributo que hoy se está pagando por la difusión que está teniendo el Carnaval en el exterior. El concurso ya no representa a nuestro Carnaval. El buen ambiente que antes había en el Teatro Falla se ha pasado ahora a la calle.

-Usted fue vocal de chirigotas en el año 96 y después presidente del jurado en el 97. Desde luego dejó huella este último año con grandes cajonazos como 'Los palomos' y 'Kadi City, ciudad sin ley'.

-Fueron dos años de grandes chirigotas. El problema es el sistema de puntuación, que trae muchas sorpresas. Recuerdo que 'Los palomos' traían grandísimos pasodobles pero en cuplés estaba más flojo. Es un sistema muy encorsetado. El año que fui vocal de chirigotas vino alguien muy conocido de una agrupación y nos pidió que empezáramos a sancionar a las chirigotas por la publicidad que sacaban en escena.

-Habla de encorsetamiento. ¿Considera que debe haber deliberación en el jurado y en un momento dado corregir posibles distorsiones que se hayan podido producir?

-Claro que debe haber deliberación. Cuando ha habido más problemas es cuando los puntos han ido directamente al notario. Se da la circunstancia de que en un mes de concurso es posible que cambien las percepciones. Creo que incluso sería necesario poder visionar alguna actuación si se considera necesario. El problema del jurado es que se le da una gran responsabilidad a la vez que se desconfía de él.

-¿Cómo se involucró Antonio Fernández-Repeto en el Carnaval?

-Yo el Carnaval lo he vivido desde muy pequeño. Mis padres han sido muy aficionados al carnaval y aquí venían siempre agrupaciones a cantar. Después yo he sido un seguidor permanente del Concurso. Cuando el Mayeto y Poleo fueron a formar un coro, yo no lo dudé. Yo estaba en una pandilla que en aquella época sacábamos el paso del Caído, jugábamos al balonmano, etcétera. Estábamos en muchas cosas y también nos involucramos en el coro.

-Los Dedócratas marcan el renacimiento del coro y, quizás, el nacimiento del Carnaval actual. ¿Eran conscientes en aquel momento de lo que significaba aquella agrupación?

-Para nada. Si no hubiéramos ganado el primer premio a lo mejor no hubiera tenido tanta repercusión. El tango Palabra de ley, que lo cantamos en la segunda semifinal, recibió un aplauso de más de un minuto. Además también tuvo mucha repercusión porque participó mucha gente conocida de Cádiz y además fue el primer año del Carnaval en febrero.

-Su padre también fue oftalmólogo. ¿Lo suyo fue por vocación o por imitación?

-Cuando empiezo Medicina es para ser oftalmólogo y ahí sí que puede que influyera mi padre, pero sobre todo porque nos supo transmitir el amor a su profesión. De mis dos hijas, una de ellas también lo es. Yo no les he insistido, pero supongo que vivir en el ambiente familiar, ver que eres feliz con lo que haces, también influye.

-Usted está en la sanidad pública. ¿Está la cosa tan mal?

-La gente se queja de los recortes pero no valora la prestación sanitaria que tenemos. La gente recibe mucho más de lo que creen. El problema es que en la gestión que se hace hoy en día se cuenta poco con el profesional. La gestión sanitaria se hace por decreto-ley y es una política populista. Hay procesos que tienen que hacerse en un determinado promedio de tiempo. Por ejemplo, las cataratas en 120 días pero a lo mejor hay otras operaciones más trascendentales que no aparecen. Los decretos no deben condicionar la sanidad. Otro de los problemas es la masificación que hay. Eso debería implicar un aumento de plantilla. Sin embargo, no hay suficientes médicos para atender. En mi servicio éramos diez médicos hace diez años y ahora seguimos siendo diez para atender a muchísima más gente y, además, se da respuesta a temas que antes no se podía.

-Y los pacientes, cada vez más enfadados, la pagan con los médicos.

-A veces te sientes impotente porque te encuentras en medio de la administración y el paciente.

-¿Qué opina cuando se habla de medidas como el copago?

-Pienso que uno de los problemas es el déficit presupuestario en la sanidad. Aunque soy partidario de la sanidad universal, cuestiono la gratuidad total porque hay muchos abusos que se podían limitar si hubiera algo de copago. Esto también beneficiaría a su financiación, lo que pasa es que este tema se utiliza políticamente.

-Aunque usted trabaja en el hospital de Puerto Real, ¿cree que verá algún día el nuevo hospital Puerta del Mar?

-Ahora mismo lo veo inviable. Primero por el coste que tiene, aunque en teoría la operación se autofinanciaba. Y después también creo que hay problemas de gestión política. Lo que sí tengo claro es que ese hospital debería trasladarse a otro sitio distinto. Está embutido en un magma de población enorme teniendo en cuenta que se construyó en los mismos terrenos que el antiguo Zamacola de los años 50, que estaban prácticamente en medio del campo.

-¿Cómo es la actriz Halle Berry como paciente?

-Primero es guapísima y después como paciente es muy buena y sobre todo muy me llamó la atención su sencillez, no iba para nada de diva. Cuando vino a mi casa para que la tratara había recibido un Óscar apenas una semana antes. Primero la vi en La Salud debido a que había sufrido quemaduras por la pólvora y sufría un proceso inflamatorio. Le puse un tratamiento pero la tenía que volver a ver en 24 horas, por lo que ya vinieron a mi casa, que es donde tengo la consulta. Ya estaba bien y me hice una foto con ella que es la que tengo ahí. Es una de las anécdotas más curiosas de mi vida.

-Usted es prudente, digamos que es de los que no le mete el dedo en el ojo a la gente.

-Para hacer mal no. Para hacer bien y curar lo hago todos los días.

-Usted ha estado metido prácticamente en todos los fregados. Corista, en el jurado del Concurso, en la Junta de Gobierno de Buena Muerte, rey mago, en el folklore... ¿Es de los que le gusta implicarse y sentirse comprometido o es que sencillamente le cuesta decir no?

-Quizás me implico demasiado. Me gusta hacerlo porque si no, no lo haría. Soy una persona desinhibida y me implico en las actividades.

-En todos los fregados, menos en política y oportunidades ha tenido tanto en el Partido Popular como en el PSOE.

-Pues sí. A mí se me ha tocado en dos o tres ocasiones. Si no hubiera tenido esta profesión y la vida que tengo, a lo mejor hubiera entrado, pero en el momento en el que se me ofreció era imposible. He antepuesto mi vocación profesional por encima de todo. Tenga en cuenta que en una profesión en la que hay adelantos en todos los sentidos de manera tan rápida, salir unos cuantos años de la misma hubiera sido muy perjudicial para mí. Lo que tengo claro es que si me metiera sería en la municipal, porque es la que más satisface al estar más cerca de los ciudadanos. Eso sí, tal y como están ahora las cosas ni me lo planteo.

-¿Se le ha pasado ya el arroz en este tema? ¿Está ya cerrado?

-Probablemente sí porque ahora mismo no me atrae nada. Habría qué preguntarse por qué gente comprometida y muy válida no se ha metido en política.

-¿Cómo llega Antonio Fernández-Repeto al folklore?

-Porque en el coro yo tocaba la bandurria y el grupo de Paca Briceño nos llamó para tocar en él. Mi mujer bailaba y yo tocaba. En ese grupo coincidí con Manolo Granado y por diversas circunstancias nos quedamos de responsables del grupo. Fue entonces cuando se nos ocurrió organizar en Cádiz lo que se hacía en otros sitios, un festival internacional de folklore que ha estado presente desde el año 1983 hasta el año pasado, hasta que nos han dejado en la estacada los patrocinadores.

-Se le nota dolido.

-Lo más triste es que a nadie le haya dado pena que se haya perdido. Cádiz no ha tenido ninguna manifestación cultural que haya tenido representaciones de tantos países y además de calidad. Pero se debían subvenciones del año 2011 y sin un fondo ya se trataba de arriesgar nuestro patrimonio personal. En este tema hemos trabajado mucho y es algo que hemos regalado a la ciudad.

-¿No es curioso que se haya perdido en el año 2012, cuando se querían estrechar tantos lazos con Iberoamérica?

-Es curioso que para el Doce no se movieran. Siempre hemos tenido una gran presencia de Hispanoamérica y de Centroamérica, ya que ha habido representantes de todos estos países. Es una pena que se haya perdido y ha sido por desidia de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz.

-¿Es usted un 'gadita'?

-Soy un defensor de Cádiz pero veo más allá de la ciudad. Soy gadita de Cádiz pero tengo que decir que cuando salgo y vuelvo a Cádiz me da pena ver el ambiente de trabajo que hay. La ciudad es decadente y los jóvenes se tiene que ir de aquí.

-¿Cree que se ha producido una degradación social?

-Ha habido una emigración social. Hay poca clase media en Cádiz porque muchos profesionales liberales se han ido a otras poblaciones y eso se nota en el ambiente social.

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