Cádiz

"Ha merecido la pena esperar"

  • La alcaldesa de la ciudad y el concejal de Vivienda entregan ocho pisos en alquiler para jóvenes con opción a compra en el barrio de San Juan

Los nuevos inquilinos del número 39 de la calle San Juan estaban ayer "encantados" y "gratamente sorprendidos". La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, junto con el concejal de Vivienda, Pablo Román, entregaron ocho viviendas de una nueva promoción para jóvenes en alquiler con opción a compra.

El edificio cuenta con planta baja más cuatro alturas y un sótano en el que se albergaba la famosa cueva del pájaro azul, que también se ha puesto en valor para ser usado como local comercial y está en venta. De las ocho viviendas, hay tres de tres dormitorios y dos cuartos de baño que dan a la fachada y otras cinco interiores de dos dormitorios.

Antes de entregar las llaves, la alcaldesa destacó la calidad de los materiales que se habían utilizado para la rehabilitación de la finca y pidió a todos los vecinos que cuidaran sus casas.

Cuando los inquilinos entraron en las viviendas, pudieron comprobar que "es verdad lo que ha dicho la alcaldesa, que son buenas calidades", expresaban Ernesto Rossi y Noelia Salado, la pareja que ocupará la vivienda del último piso. Ellos estaban encantados, porque el suelo de su casa, igual que el de las demás, es de tarima flotante. Las ventanas tienen doble acristalamiento, el agua caliente es por placas solares y las casas tienen "mucha claridad para estar en esta calle tan estrecha", apuntaba Patricia Velázquez, del 1ºB, quien añadía que no esperaba que el piso fuera tan grande.

Otro aspecto que resaltaban los vecinos era el bajo precio de alquiler "para lo que hay hoy en día", según Ignacio Sánchez Páez, del 2ºB. Este joven estaba ayer "muy contento" con su piso. "Nos hemos hartado de esperar, pero ha merecido la pena", señalaba.

El bajo del edificio destaca porque cuenta con dos pequeños patios interiores "que son como dos linternas que meten luz y le dan vida a la casa, y también aire, porque es fundamental que se ventile para evitar humedades", explicaba el arquitecto Fernando Mejías, quien ha dirigido la rehabilitación junto con el aparejador Aquilino Junquera.

El vecino del Bajo, Fernando Villegas, aseguraba que no se imaginaba el piso así. "Esto ha superado mi imaginación", afirmaba este joven, quien decía que en cuanto lo amueble un poco se irá a vivir allí "y le echaré muchas horas a la casa porque yo mismo me voy a fabricar los muebles".

El arquitecto comentó a este periódico lo compleja que había sido la obra de rehabilitación de esta finca, "sobre todo por la accesibilidad, dado que la calle es muy estrecha y hemos tenido que meter casi todo a brazo". También hizo referencia a restos antiguos que han dejado en la escalera "porque merecía la pena dejarlos visto" y a la espectacular imagen del alzado lateral de la catedral que se obtiene desde la azotea. También, la luminosidad de todo el edificio. "El patio es el mismo que tenía la finca pero hemos intentado abrir más huecos de ventanas para que entre más luz, además, casi todas las ventanas son desde el suelo hasta el techo", explicaba.

El Ayuntamiento ha hecho una inversión total en esta finca de 1.158.302 euros, según indicó la alcaldesa.

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