El día después de que a uno lo elijan pregonero de la Semana Santa es un no parar. Llamadas, mensajes de texto, todo tipo felicitaciones y parabienes, los primeros consejos... En esa apretada y feliz agenda, el periodista de Canal Sur Juan Manzorro hace un hueco para visitar este periódico y comentar sus impresiones horas después de que el Consejo de Hermandades diera a conocer su nombramiento -elegido por unanimidad de los miembros de la permanente- como pregonero de la Semana Santa 2013 así como adelantar sus intenciones de cara al próximo 17 de marzo, cuando subirá al atril del Gran Teatro Falla.

-Ya ha pasado el momento de aceptar y la hora de dar a conocer la noticia, ¿cómo está en estos momentos el pregonero?

-Estoy recibiendo una marea de afectos y de cariños. Estoy percibiendo la generosidad del mundo cofrade, aunque yo lo único que he aportado a las cofradías ha sido disponibilidad, todo lo que puedo lo hago encantado, porque no me cuesta trabajo. También soy consciente de que cuando baje esa marea, dentro de unos días, me enfrentaré a eso que llaman la soledad del pregonero. Por eso decía ayer que me siento preocupado. Me veo delante de un montón de folios en blanco que me miran y me dicen: "bueno, Juan, ¿y ahora qué?".

-¿Por qué esta vez has aceptado la responsabilidad?

-Es verdad que mi nombre ha estado en los círculos cofrades, aunque quizá en 2012 sonó con más fuerza. Yo entonces dije que era un año muy especial y que el pregonero tenía que ser un cofrade con un perfil social y cofrade mucho más alto que el mío. Y José Blas Fernández lo fue. Yo soy un simple cofrade de base. Este año se planteó de nuevo y esta vez sí expresé mi disponibilidad. De todas formas, antes no había dicho que no porque formalmente no se me preguntó. Lo que sí hice fue plantear esas reservas que he comentado.

-¿Será el de Semana Santa un pregón fiel al estilo que tú estás implantando en otras intervenciones?

-Me gustaría que fuera un pregón muy participativo. A ver cómo lo consigo. Yo no sirvo para estar una hora hablando y me gustaría que no solo hablara el pregonero. Tampoco habrá poesía propia. Yo no sé hacerla. Pero sí tiraré de los clásicos, y no faltarán versos de José María Pemán, un ilustre paisano quizá injustamente olvidado... No obstante, la posibilidad de que haya música e imágenes (como ha ocurrido en anteriores pregones de Manzorro) es quizá más complicado, porque es el pregón de toda la Semana Santa, no el de una imagen o cofradía en concreto.

-¿Qué ideas tienes, entonces, acerca de tu intervención?

-Tengo que decirte que el pregón de la Semana Santa de Cádiz 2013 tiene un folio. Lo hice este verano, no me importa decirlo. Escribí cinco o seis ideas que si Dios quiere me gustaría llevarlo a la práctica. Una de ellas, como ya he dicho antes, es que sea un pregón muy participativo. También quiero destacar a los cofrades de Cádiz que trabajan por su hermandad durante todo el año. Admiro ese compromiso activo que personalmente nunca he tenido. 2013 también será el Año de la Fe y alguna referencia debe haber en el pregón. Y también espero hacer referencia a acontecimientos cofrades de este 2012 que creo que deben tener algún reflejo en ese pregón.

-Y tu cofradía de Descendimiento tendrá un hueco especial ese día...

-Ya decía ayer (por el martes) que de las primeras imágenes que se vinieron a la mente cuando me designaron pregonero fue la de aquel niño haciendo cola en la antigua casa de hermandad de Descendimiento para recoger la túnica. Y a mi madre después planchándola para salir en la procesión. Después de más de veinte años en los que por razones profesionales no he salido en mi hermandad, ayer (martes) le dije al hermano mayor cuando me llamó que me gustaría salir el próximo año. Creo que es un modo de recordar a ese niño que salía con su cofradía. Lo haré además con un cirio, como hacía entonces... El pregón, además, me gustaría que esa noche durmiera a los pies del Descendimiento. Como también debo decirte que en la tarde del pregón me gustaría visitar a los titulares de mi hermandad de Borriquita.

-¿Y quién presentará el acto, si siempre hemos tenido ese día a Manzorro en las cortinas del Falla?

-La verdad es que voy a echar de menos primero el acto del Ayuntamiento. La presentación del cartel y del pregonero en el Salón de Plenos es un acto que a mí personalmente me gusta mucho. Y ese día me sentiré un poco extraño, porque tendré otra función. Y en el Falla también será distinto y lo viviré de otra manera, con la misma alegría aunque seguramente con mayor preocupación...

-Tú has sido testigo de numerosos pregones, pues afirmas que es un acto que te gusta. Después de las experiencias que has tenido como espectador, ¿qué esperas de tu intervención una vez pronuncies el tradicional "he dicho"?

-Espero que sea un pregón de emociones compartidas. Y que sea un pregón que a los cofrades de siempre les traiga recuerdos y que exalte la grandeza de nuestra Semana Santa. Me gustaría resaltar todo lo positivo de las hermandades y de la Semana Santa de Cádiz. No será un pregón combativo.

-Sería un buen final...

-También debo decir que me gustaría que éste fuera el último pregón de mi vida. En él voy a volcar todas mis sensaciones, mis sentimientos, mis vivencias... Por supuesto, las cofradías me tendrán a su disposición para todo lo que quieran, pero quiero que el de la Semana Santa de 2013 sea mi último pregón. Antes, claro, me queda el penúltimo, el de la Virgen del Amparo de Borriquita. Yo creo que todo en la vida tiene una etapa, un trayecto; y yo ya he dado el pregón de la Patrona, el de las fiestas de mi pueblo, el de las dolorosas de mis dos cofradías, y ahora el de la Semana Santa... Yo creo que es momento de retirarme.