Las modificaciones de la concesión otorgada al Cádiz C.F. del Estadio Carranza, que se aprobaron con los votos del PP, mientras que el PSOE se abstuvo e IU lo hizo en contra, protagonizaron la primera parte del pleno del Ayuntamiento.

Trabajadores de la empresa Sufi-Cointer, concesionaria del servicio de limpieza, se hicieron notar en la sala con carteles y alusiones en protesta por dos despidos en la empresa, y en varias ocasiones la alcaldesa Teófila Martínez les pidió que guardasen silencio o tendría que desalojarlos.

Sebastián Terrada, portavoz de IU, inició la intervenciones aludiendo a que el Cádiz C.F . había recibido en los último años 9 millones de euros del Ayuntamiento, además de no pagar ni luz ni agua, y ahora iba a recibir 750.000 por el lucro cesante, otros 100.000 para mantenimiento durante cuatro años y 140.000 para la Fundación, pese a la difícil situación económica.

Terrada recordó que la alcaldesa había dicho que no se destinaría más dinero al equipo "y ahora agacha la cabeza y resulta que la abogada del Cádiz es la esposa de Javier Arenas".

Marta Meléndez, portavoz del PSOE, señalo que se iban a destinar al Cádiz 600.000 euros para seis años, mostrándose en contra y añadiendo que desconocía porqué se pagaban, al igual que lucro cesante, tratándose de una entidad privada. También criticó que el Estadio hubiese costado 90 millones de euros, y aún se abonan 42 de préstamos bancarios.

José Blas Fernández, portavoz del PP, replicó a Meléndez que tenía "intenciones agitadoras", y dijo a Terrada que había acusado a una letrada de posible connivencia, "a la que voy a informar para que actúe", precisando luego el edil de IU que eso se comentaba en los mentidero políticos.

Recordó que en 1981, con Carlos Díaz en al Alcaldía, el Ayuntamiento concedió el Estado al Cádiz por 50 años a cambio de una simbólica peseta y desmintió que las obras hubiesen costado 90 millones de euros y tuviese algo "oscuro" detrás, aparte de que una comisión seguirá el cumplimiento del convenio.

Por su parte la alcaldesa dijo que en el consenso se establecen en las cláusulas del mismo, negó que hubiese bajado la cabeza y resaltó que de los 90 millones de la construcción del Estadio sólo quedaban por vender propiedades por valor de 25 millones.

Previamente, con el voto en contra de los concejales de PSOE e IU se aprobaron las cuentas generales correspondiente a los ejecicios 2009 y 2010.