El curso escolar 2012/2013 ya ha comenzado. Los profesionales que trabajan en el sector de la enseñanza se despidieron el domingo de las vacaciones. Ya están de vuelta. De vuelta al cole. De vuelta al instituto. Aunque no todos los docentes han podido regresar.

Andalucía empieza este ejercicio lectivo con nada menos que 5.000 profesores interinos menos. Por orden del Gobierno central, los profesores de Educación Secundaria tendrán que dar este curso dos horas más de clase cada semana, lo que ha supuesto que se queden sin trabajo miles de interinos en esta comunidad autónoma.

Éste es uno de los titulares que acompaña a este nuevo curso escolar. Un curso marcado por los recortes en materia educativa: reducción de profesores impartiendo clases; mayores dificultades para realizar desdobles y refuerzos educativos por falta de docentes; bajas que no su cubrirán hasta pasadas, como mínimo, dos semanas; la pérdida de calidad de la enseñanza al tener que impartir profesores materias en las que no están especializadas; supresión de plazas de aulas matinales y comedores; eliminación de programas y del reparto de ordenadores para alumnos de quinto de Primaria, etc. Muchas novedades pero ninguna positiva. Así arranca el curso 2012/2013. El curso de los recortes.

En el IES gaditano Fernando Aguilar Quignon (anteriormente Bahía de Cádiz), la tijera del recorte ha hecho mella en la plantilla. Once trabajadores menos de un tijeretazo. De 96 docentes se ha quedado en 85. "Lo vamos a notar. ¡Claro que lo vamos a notar! Algunas de esas plazas las ocupaban interinos, y ésas desaparecen. Pero también se han tenido que ir profesores con plaza fija al aumentar las horas lectivas. ¿Y quiénes se han visto obligados a dejar el centro para irse a trabajar a otro? Pues los últimos en entrar. Son los desplazados por falta de horario, así se les llama. Y algunos incluso han tenido que cambiar de localidad con motivo de esta medida", comenta el orientador del instituto, José Pacheco.

Con motivo de la reducción de la plantilla, el profesorado del IES deberá en los próximos días "rehacer el horario y organizarnos de la mejor manera posible, porque a pesar de nuestro malestar con los recortes tenemos claro que queremos seguir ofreciendo un buen servicio. Debemos intentar mantener la calidad de la enseñanza". Pero no solo eso: "Debemos también seguir peleando por nuestros derechos y por la enseñanza pública. Nos espera un buen trimestre", dice el docente, que está convencido de que en las próximas semanas se anunciarán más recortes. Y ofrece un ejemplo: "Aún no sabemos a cuánto asciende la asignación económica que recibirá el centro para este primer trimestre, pero estamos convencidos de que será inferior a la partida recibida el pasado curso. El secretario del centro nos ha pedido que no compremos nada hasta que no conozcamos la cifra, porque tienen prioridad los gastos de luz, agua y teléfono. A principios de curso siempre se invierte en material escolar, material de biblioteca, en limpieza, etc., pero habrá que esperar a conocer la asignación antes de efectuar esas compras".

El presidente de la Asociación de Directoras y Directores de IES de Andalucía (ADIAN), Juan Luis Belizón, también resalta la no renovación de los contratos de los profesores interinos en su instituto, Poeta García Gutiérrez, en Chiclana. Esta plantilla también ha sufrido la pérdida de 11 profesionales: de 77 a 66. "Es cierto -se apresura a señalar el director- que hemos perdido dos unidades, pero las cuentas son dos profesores por unidad, y a pesar de ello hemos perdido siete docentes más. Las plantillas se han reducido un 10% en los institutos", afirma.

Una reducción que, explica, repercutirá en la organización de los centros porque, entre otras cosas, imposibilitará desdobles, refuerzos educativos y medidas de atención a la diversidad, además de horas de guardia. "Como tenemos que impartir más horas de clase, nos vemos obligados a eliminar estas iniciativas", argumenta.

Los tijeretazos en materia educativa suponen "un paso atrás", asevera Belizón, que igualmente está convencido de que estas medidas impuestas "suponen un coste en la calidad de la enseñanza".

En su centro, el curso comenzó ayer con "expectación" por parte de sus compañeros, ya que además de seguir asimilando las nuevas medidas, en unos días (casi con total seguridad el próximo lunes) se efectuará la asignación de plazas.

Sobre su menguada plantilla también se pronuncia Jesús Rodríguez, jefe de estudios del IES gaditano Cornelio Balbo. En este centro público trabajan este curso seis docentes menos. Seis menos de un total de 70 que fueron en el pasado ejercicio lectivo. El docente también incide en que esa disminución de profesionales perjudicará al resto de docentes -que verá incrementada su carga de trabajo- y al alumnado: "Si el trato personalizado con el alumno era insuficiente, ahora va a resultar imposible". E igualmente está convencido de que se perderán recursos, programas y actividades extraescolares por falta de liquidez. "Se perderán subvenciones que se venían destinando a los chavales para este tipo de iniciativas", augura.

Al igual que sus compañeros Pacheco y Belizón, Rodríguez lamenta la pérdida de calidad de la enseñanza que traen consigo estas medidas del gobierno central y autonómico. "Vamos para atrás, con todo lo que se había avanzado en los últimos años...", lamenta.

El horario lectivo de los maestros de los centros públicos de Educación Infantil y Primaria se mantiene, no suman horas impuestas. No obstante, tanto los docentes como los escolares de los colegios padecerán las consecuencias de otras medidas, como la ralentización de las sustituciones del profesorado. Lo explica José Manuel Sixto, presidente en Cádiz de la Asociación Andaluza de directores de Centros Públicos (Asadipre) y director del colegio Servando Camuñez, en San Fernando: "Gracias a un nuevo sistema implantado por la Junta hace un par de años, las bajas se venían cubriendo en un par de días. Además, las controlábamos nosotros desde el propio centro. Pero ya no será obligatorio cubrir con sustituciones las bajas de aquel profesor que falte a su trabajo durante dos semanas (10 días lectivos). Los centros tendrán que cubrir esos huecos con sus propios medios".

Y a la explicación añade una frase ya pronunciada por otros dos docentes de los entrevistados: "Se está dando un paso atrás".