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Cádiz

"Es mejor donar un órgano a que a las pocas horas de la muerte sea incinerado"

  • El doctor Jiménez Moraga hace hincapié en la importancia de concienciar a la población en la celebración del Día del Donante

En un momento en que las donaciones entre vivos ganan cada vez mayor protagonismo, es fundamental la concienciación ciudadana como respuesta a un bendito problema: la reducción de muertes de jóvenes por accidentes de tráfico. Ayer, con la celebración del Día del Donante, diferentes asociaciones, como la de enfermos hepáticos (AETHEC), de enfermos renales (ALCER) y de trasplantados y donantes de corazón (Trasdocar), colocaron mesas informativas en puntos de la ciudad como el Hospital Universitario Puerta del Mar o céntricas calles del casco histórico para captar donantes de órganos, donantes de vida. El doctor José Manuel Jiménez Moraga, coordinador de trasplantes, se mostró satisfecho por el balance presentado el pasado lunes de las intervenciones de este tipo practicadas en lo que va de año en el Puerta del Mar y resaltó una vez más el aumento de los trasplantes entre vivos, una práctica que ya es la más utilizada en diferentes países. "Al haber menos accidentes de tráfico, la edad media de las donaciones de fallecidos es de 61 años, por lo que los pacientes jóvenes tienen pocos riñones disponibles, ya que a una persona de 30 años no se le puede colocar un riñón proveniente de otra de 60. En estos momentos estamos haciendo hincapié en que lo más aconsejable es que algún familiar done un riñón, una intervención que tiene un riesgo controlado".

Además, hay que recordar que cuando el órgano trasplantado viene de un vivo "no ha tenido el sufrimiento de una muerte".

Jiménez Moraga incluso advierte que lo ideal es que el trasplante se produzca antes de entrar en diálisis, porque así el paciente se ahorra el deterioro de un tratamiento ciertamente complicado. "Lo artificial no es bueno, y la diálisis no es un riñón de verdad, no puede hacer todas las funciones que hace este órgano; por no hablar de la esclavitud que supone para los pacientes estar varios días a la semana en el hospital durante varias horas". Es a los cuatro o cinco años cuando se nota el deterioro de estos pacientes, "el más importante que prácticamente te convierte en un inválido con muy mala calidad de vida".

Los nefrólogos son los encargados de ofertar a los pacientes todas las posibilidades y de hablarles de las excelencias de los trasplantes entre vivos. "A esta información hay que añadir las campañas que ha realizado la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, que ha editado folletos informativos".

Jiménez Moraga destacó la gran labor que están llevando a cabo las asociaciones de trasplantados y quiso mandar un mensaje esperanzador. "Ahora la mayoría de la gente incinera a sus difuntos, eso quiere decir que a las pocas horas de morir esos órganos se queman cuando podrían servir para dar vida, eso incluso es bueno para los familiares, a los que con el tiempo les queda algún consuelo".

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