La delegada provincial de Medio Ambiente, Silvia López, afirma que "ni la Junta de Andalucía, ni la Consejería de Medio Ambiente tienen nada que ver con el proceso de reconocimiento de derechos del Dominio Público Marítimo Terrestre del Molino de Mareas de Río Arillo".

La delegada responde a las declaraciones realizadas el pasado viernes por la alcaldesa Teófila Martínez tras la habitual reunión semanal de la junta de gobierno local, en las que afirmó que la Consejería había recurrido a la expropiación municipal, pese a que el Ayuntamiento había pedido hace cuatro años la concesión de la misma para proceder a su rehabilitación.

Silvia López señala que "la alcaldesa quiere confundir a la ciudadanía, ya que no se explica que "atribuya a la Junta de Andalucía competencias que son del Ministerio, que en breve dirigirá su partido".

Asimismo añade que "el proceso para determinar quien es el titular del Molino de Río Arillo es competencia del Ministerio, es decir del Gobierno Central, sin que la Junta de Andalucía tenga que pronunciarse al respecto", así como que "la Consejería de Medio Ambiente no tiene que decidir en ningún momento quien es el propietario del Molino, eso lo decidirá el Estado".

Teófila Martínez indicó que la administración municipal está indefensa, porque no puede expropiar al Ministerio de Medio Ambiente, "que nada ha hecho por arreglarlo y ahora va a estudiar a quien otorga la concesión".

Igualmente manifestó que "es una desvergüenza política de la Junta de Andalucía y del Gobierno", añadiendo que luego el PSOE culparía de la situación del edificio, calificado como Bien de Interés Cultural (BIC), al PP y pediría al Gobierno que lo arreglase.

Fue el pasado mes de septiembre cuando el Ayuntamiento concedió un plazo de 48 horas al Ministerio de Medio Ambiente para que adoptase las medidas de seguridad necesaria tras haber detectados nuevo daños en el citado inmueble, un nuevo requerimiento, tras haber descubierto la falta de los puntales de unas vigas de madera, instalados al haberse detectado la pudrición de las cabezas de las misma.

Según el Ayuntamiento, ahora la Demarcación de Costas tramita que el Molino revierta en Unión Salinera, la propietaria del mismo.