De las mulas al tractor. Del forillo único a la escenografía más recargada. De la cabalgata por el centro al desfile por la avenida. El Carnaval ha cambiado, ha evolucionado para bien o para mal, según los gustos. O, quizás, según las edades de quienes opinen. Desde que las Fiestas Típicas fueron enterradas, con funeral presidido por 'La guillotina' en 1978, hasta el 2011 hay al menos un testimonio gráfico, único, sobre el que se pueden realizar varios análisis. Joaquín Hernández 'Kiki' desempolvó sus archivos, Javier Osuna les dio nombre y nació un libro que para los que crecieron con el Carnaval democrático recién estrenado es una bendita ventana al pasado y para las últimas generaciones será una obra de culto dentro de 20 años.

Pocos hechos cruciales de la fiesta gaditana han escapado al minucioso trabajo de Kiki y Osuna en 'Carnaval de Cádiz 1976-2011'. Desde la añoranza de las acogedoras cabalgatas por el casco histórico con sus últimas reminiscencias de un pasado olvidable hasta los focos de un Concurso de Agrupaciones hiperprofesionalizado desfilan por el libro imágenes históricas, ganando en valor cuanto más inéditas y más alejadas del escenario del Falla son. No basta con descubrir o identificar agrupaciones que forman parte del imaginario de toda la ciudad. Merece la pena fijarse en detalles anexos a la temática central y carnavalesca de las imágenes: lo que se bebía en aquellos años, las calles con otros nombres, los luminosos de comercios que ya no existen o la ropa que vestían los gaditanos. Aderezos fundamentales para entender este libro y comprender lo que el paso del tiempo ha hecho con el Carnaval... y la ciudad.

Imágenes de las primeras erizadas sirven para mostrar el 'boom' de estas celebraciones, cuando comparsas de la talla de 'Robots' ofrecían sus repertorios ante miles de personas sin guardarse repertorio para el Falla. En la calle crecían las agrupaciones con el empuje de los Gómez, Rosado, Leal y compañía y en el Concurso se ovacionaban las coplas reivindicativas de Pedro Romero en una época en la que la libertad aún no contaba con todos sus matices. Los grandes cuartetos de 'Agüillo', la incorporación de profesionales liberales en coros y de mujeres en grupos callejeros, el pelotazo de 'Los cruzados mágicos' que celebran su triunfo en un palco del Falla -una imagen impensable hoy día-, el 'Catalán Chico' en plena acción, Enrique Villegas en el estudio de Izquierdo mientras grababa la 'cinta' una de sus comparsas, 'Los tontos de capirote' escoltados en un furgón policial, las colas de las entradas, los coros recorriendo exclusivamente la plaza, pregoneros, la infanta Cristina bailando con 'Hombres azules', los micrófonos de Radio Juventud en el escenario, el Libi parodiando al Papa, la eclosión de Martínez Ares, el bochornoso pregón de Jesulín de Ubrique, el pelotazo de 'Los combois de a pejeta'... y toda una galería de 600 fotos en la que es difícil echar de menos a alguien significativo en 36 años de Carnaval en los que han cambiado muchas cosas, algunas mejoradas y otras empobrecidas, aunque con los denominadores comunes de la copla y la pasión.