Infraestructuras

El puente ya mira al 2013

  • Noviembre acaba sin el prometido segundo empuje del tablero y con la sensación de que el Doce es una utopía.

El penúltimo incumplimiento en las obras de construcción del segundo puente se ha producido este mismo mes de noviembre. Se anunciaba hace unas semanas que a lo largo de su segunda quincena iba a comenzar el impulso del segundo de los tableros de la estructura y, sin embargo, noviembre concluye sin que hayan realizado los trabajos de ensamblaje de las distintas piezas del mismo, lo que imposibilita cualquier tipo de empuje por el momento.

Este enésimo retraso confirma lo que ya se tenía claro desde hace muchos meses pero que las autoridades del Ministerio de Fomento y del propio PSOE persistían en negar de manera oficial: que todas las previsiones para la conclusión del puente de La Pepa se han ido a pique y que el segundo puente sobre la Bahía de Cádiz no estará terminado antes de que concluyan los actos del Bicentenario de la Constitución de 1812, como se había comprometido el Gobierno del PSOE. Ahora la fecha más factible se va más allá del Doce y se mete de lleno en 2013.

Todo el mundo, o casi todo, esperaba que el inicio el pasado 12 de septiembre de los trabajos de empuje de los tableros, en un acto que atrajo a Cádiz al vicepresidente segundo del Gobierno, Manuel Chaves, y a una multitud de altos cargos del PSOE, iba a suponer una reactivación de las obras y la recuperación de parte del tiempo perdido. Ahora, sin embargo, la perspectiva es radicalmente contraria: si se tardan dos meses en empujar un tablero de 111 metros de longitud, ¿cuánto va a tardar en completarse toda la operación, sobre todo cuando aún queda por instalarse el tramo atirantado, los propios tirantes y los pilonos que coronan los dos principales pilares?, todas ellas operaciones técnicamente muy complicadas que necesitan tiempo y, sobre todo buen tiempo.

Buen tiempo es lo que venía reclamando la dirección de la obra desde hace tiempo. Buen tiempo y dos veranos de trabajo intenso, para poder culminar los trabajos de la forma adecuada.

El primero de estos veranos iba a ser el de 2010. Sin embargo, la concesionaria de la obra, Dragados y Construcciones, paralizó los trabajos por el temor a los recortes inversores por parte del Ministerio de Fomento. Tres meses perdidos. Tras este fiasco se confiaba en los estíos de 2011 y 2012. Pero en junio pasado Dragados volvía a ralentizar los trabajos, lo que echó a perder toda la planificación y dejar en evidencia todos los compromisos perdidos.

Los veranos eran esenciales para ejecutar los trabajos de impulso de los tableros con la tranquilidad que da el buen tiempo, sobre todo si se trabaja en zona marítima. En marzo de 2010 se planteaba que a finales del verano de 2011 debían estar instalados unos 700 metros del viaducto; el parón del 2010 hizo que en noviembre de ese año la nueva planificación se fijase en mayo de 2011 con 300 metros de tablero instalado. Ya metidos en enero de 2011, la previsión era completar el verano con 575 metros situados, hasta llegar a la pila 9, donde se inicia el tramo móvil. Por último, en abril de 2011 se anunciaba el comienzo de los trabajos de impulsión en junio de 2011. Junto a todo ello no hay que olvidar que los mismos incumplimientos se han ido acumulando en los trabajos del nudo viario en Río San Pedro, aún inconcluso a pesar de que ya debería de estae en funcionamiento.

Nada de ello se ha cumplido. A tres días de inicio del mes de diciembre de 2011, apenas si se han impulsado unos cuarenta metros del tablero, mientras que los trabajos se desarrollan a un ritmo extremadamente lento.

Aunque desde el Ministerio de Fomento se mantenga la cantinela de que el puente de La Pepa estará listo durante 2012, atendiendo exclusivamente a las previsiones dadas a lo largo de todo este tiempo por el propio departamento de obras públicas y a la necesidad de contar con dos veranos completos de trabajo, resulta materialmente imposible que el segundo puente está terminado dentro del año del Bicentenario. Más aún, a falta de una respuesta clara por parte de los promotores y los constructores, todo hace indicar que el final de la obra se meterá de lleno en 2013.

La alcaldesa de Cádiz y diputada electa por el Partido Popular, Teófila Martínez, ya anunció durante la campaña que iba a solicitar al nuevo Gobierno la elaboración de una auditoria técnica de esta obra. Quiere saber exactamente el tiempo que queda de trabajos. El de verdad, no el político. Sin duda para cubrirse las espaldas cuando se constate en el calendario que el puente no estará abierto en 2012. En el desarrollo de esta obra no todo, que no es poco, se limita ahora a la instalación de los tableros. El trabajo que será necesarios ejecutar en ellos una vez instalados supondrá varios meses más de trabajo: desde la instalación de toda la red de servicios hasta la ubicación de los puntos de luz, los paneles de seguridad, la señalización horizontal y vertical... En cuando a las traviesas del tranvía metropolitano, este proyecto que desarrolla la Junta de Andalucía está paralizado en su tramo entre Cádiz y Puerto Real por lo que se supone que su integración en el puente, ocupando los carriles laterales, se hará más adelante, con la infraestructura ya en uso.

Igualmente, en el tramo de Cádiz hay que ejecutar una obra de gran calado: la reordenación de la gran rotonda que conectará el segundo puente con la red viaria de la capital. En su momento los técnicos indicaron que en su construcción se invertiría unos tres meses. Ciertamente la puesta en marcha de estos trabajos no repercutirá en el desarrollo en la obra, aunque sí, lógicamente, en la propia ciudad.

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