El Paseante

El regreso del hijo pródigo

  • El gaditano Mauro Martínez, uno de los mejores cocineros andaluces, vuelve a su tierra y abrirá la próxima semana un gastro-bar en Puerto Real · En Marbella logró una estrella Michelín en 'Skina'

HA vuelto. El hijo pródigo de la cocina gaditana ha aparcado su aventura marbellí y la próxima semana abrirá un gastro-bar en Puerto Real. Mauro Martínez Barreiro, uno de los principales exponentes de la cocina de vanguardia de la región, regresa para ser profeta en su tierra. No viene con las manos vacías. Trae consigo el aval que supone la estrella Michelín conseguida por el restaurante de Marcos Granda Skina el pasado año y del que ha sido jefe de cocina hasta que ha tomado la determinación de volver a su casa, a sus orígenes, donde tiene a su familia y a sus amigos.

Los principales motivos que han decidido a Mauro por emprender esta nueva aventura, dejando la seguridad que otorga un local como el marbellí, que cuenta con la más alta distinción de la cocina mundial desde el año 2008, han sido familiares. Su pareja vuelve a estar embarazada y criar a tres niños en tierra extraña sin ayuda supone una carga demasiado pesada para una joven pareja enamorada de su profesión. Así pues, Mauro ha cogido su imaginación, su talento, su experiencia y su ilusión y los ha llevado a la calle Real de la villa puertorrealeña. Allí, en el número 210, justo en la esquina con la calle Amargura, trabaja ya preparando un local propiedad de su padre y que hasta ahora también hacía las veces de bar.

El concepto que quiere imponer Mauro en esta ocasión es el de gastro-bar, un local abierto desde la mañana, que ofrece buena comida a precios asequibles. "Me gustaría hacer una cocina social, que todo el mundo pueda tener acceso a ella, ver cómo se preparan los platos e incluso aprender, porque entre nuestros proyectos están los de dar clases".

Otra idea que le ronda la cabeza, por tanto saldrá adelante porque pocas cosas que se propone Mauro no lo hacen, es ofrecer cenas privadas a cinco o seis comensales. "Comerían en una barra que hay en la cocina y podrían compartir conmigo la preparación de los platos". Toda una experiencia.

El pasado enero Mauro presentó en la Escuela de Hostelería que la Junta de Andalucía tiene en la Alameda un libro de Skina que era una verdadera joya. El propietario del restaurante acudió para respaldarlo y elogió la figura del joven cocinero gaditano, al que conoció en la final del certamen Cocinero del Año y posteriormente siguió en su inolvidable Balea, su primera aventura como empresario.

Mauro, que ha trabajado con cocineros como Martín Berasategui en el restaurante del Guggenheim en Bilbao o Ferrán Adriá, en el catering del prestigioso cocinero catalán, está muy ilusionado ante este nuevo proyecto que emprende en solitario con su pareja. En principio estará él en la cocina y ella atendiendo a los clientes, "aunque en un futuro próximo espero contar con buenos cocineros en prácticas a los que iremos haciendo contratos más extensos cuando veamos cómo marcha el negocio".

Y es que en la hostelería también se nota la crisis, aunque los grandes, los muy grandes, como Mauro, llegan avalados por su curriculum.

Al preguntarle cómo se han tomado en Skina su marcha indicaba que "bien, porque lo avisé con bastante tiempo y han podido reestructurarse. Mi segundo de cocina es un cocinero muy bueno y no van a tener problemas".

Desde que se ha conocido la próxima apertura de su nuevo local los amantes de la gastronomía están de enhorabuena. Cuentan las horas para volver a degustar algunas de las nuevas creaciones de este genio de los fogones nacido, criado y formado en Cádiz que deslumbra allá donde va.

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