El Vapor de El Puerto se encuentra desde la tarde del martes en la factoría de Navantia en San Fernando en uno de los diques secos. Ahí, sobre un lecho de madera, se puede ver a la perfección todo el casco y las actuaciones que realizó la empresa que hizo el reflotamiento, Divership, para tapar las vías de agua causadas por la colisión del pasado 30 de agosto. Las resinas y los palletes de madera sirvieron para que pudiera sacarse del agua y ser remolcado hasta San Fernando.

A partir de ahora se abre un período lleno de incertidumbres. Todo dependerá de la implicación de las administraciones, que salvo el Ayuntamiento que cuantificó el dinero que estaba dispuesto a poner, el resto sólo ha quedado en intenciones. Hay varias posibilidades con respecto al futuro del Vapor que pasamos a relatar en las siguientes líneas.

1 El barco no se repara y sirve para exposición

Hay una de las posibilidades que está totalmente descartada y es que la motonave sea desguazada. Su condición de Bien de Interés Cultural (BIC) le protege de su desaparición. De hecho la operación de reflotamiento se ha tenido que hacer con extremo cuidado. Una de las alternativas más reales es que el barco se convierta en un elemento de exposición, bien sea en algún museo, muelle o rotonda. Esto último es más posible que sea en El Puerto que en la capital gaditana. Hay antecedentes numerosos en los que un barco se ha convertido en una especie de museo.

2 Reparación por parte del armador

No es que esté descartada pero casi, a tenor de lo que lleva diciendo el armador de la motonave desde hace meses. Este ya ha comentado que no tiene dinero para reparar el barco y para que vuelva a navegar en una línea marítima deficitaria y que sobrevivía en parte por las subvenciones públicas. Todavía no se conoce cuál sería el presupuesto para reparar el barco, pero además de las reparaciones en el casco y en las cubiertas, hay que añadirle la maquinaria y las instalaciones, que están completamente inservibles.

3 Una gestión pública para el barco

Esta es una de las hipótesis preferidas por el armador del barco y surge a raíz de las movilizaciones posteriores al hundimiento del Vapor por parte de las instituciones públicas. El armador está dispuesto a ceder el barco a las administraciones para que estas lo exploten directamente con alguna empresa pública, o para que lo saquen a concesión. Sin embargo, aquí hay que hacer números y gastar mucho dinero en reparar un barco en tiempos en que las administraciones públicas se encuentran con el agua al cuello desde el punto de vista financiero.

4 Olvidarse del actual y hacer uno nuevo

Bien con el actual armador, con las administraciones o con una nueva empresa privada, la posibilidad es que el Vapor quede como elemento expositivo y se decida construir otro barco nuevo para recuperar la línea marítima. Eso sí, para seguir cumpliendo el atractivo turístico tendría que hacerse con un barco que tuviera similares características. Hay que tener en cuenta que la consideración de Bien de Interés Cultural es por el barco, pero también por la línea marítima.

5 El Consorcio Metropolitano lo explote

El Consorcio Metropolitano de Transporte dio la puntilla al Vapor cuando puso en marcha las líneas marítimas entre Cádiz y El Puerto con todas las comodidades de un transporte moderno. Los que utilizaban el vapor como medio de transporte y no como viaje turístico dejaron de lado el Vapor y esta línea empezó a ser deficitaria ante la falta de competitividad. Ha sido una de las posibilidades de las que se ha hablado, pero también tiene pocas posibilidades de fructificar. El Consorcio ya tiene bien cubierto el trayecto con lo que tiene en la actualidad.

De todas las posibles, la que tiene más posibilidades de salir adelante es la de que el barco se convierta en un objeto de exposición o museo.