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Cádiz

El puente y el Doce preocupan a Román, que deja la política activa

  • El ya exdiputado y exconcejal gaditano retorna a la Universidad tras abandonar la gestión pública · Reclama una convivencia entre "jóvenes y viejos" en el PSOE

Hay algo que ha sorprendido para bien a Rafael Román: el excelente recibimiento que ha tenido de la comunidad universitaria en su retorno a las aulas, que dejó hace 32 años cuando comenzó una larga andadura política. Pendiente de algunos ajustes, espera que en enero vuelva a dar clases de Teoría e Historia de la Educación. La última vez las impartió en Cádiz, ahora la Facultad se encuentra en Puerto Real. Román aceptó ayer un debate organizado por Carlos Alarcón, director de Hoy por Hoy de Radio Cádiz, y en el que participaron periodistas de Diario de Cádiz y La Voz.

¿Se marcha de verdad de la política?, se le pregunta. "Hay que darle un carácter definitivo a estas decisiones. Aunque pueden producirse otras circunstancias en la vida no se pueden hacer las cosas a medias. Me he llevado 32 años en la política y cuando llegue al partido no pensaba que iba a ocupar un cargo político y mucho menos que iba a estar tanto tiempo".

Aunque para muchos su marcha ha sorprendido por lo abrupta tras tantos años de trabajo por la comunidad, Rafael Román se muestra cauto en sus palabras: "Se ha salido como hay que salir. No tengo ningún enfado con el partido. Estuve mucho tiempo dándole vueltas a la cabeza y entonces creía que no era el momento para marcharme. Pero dejé que la vida me llevara y en ningún momento hablé con nadie para seguir con un cargo. Además, el puesto (de diputado) lo quería el secretario general (Francisco González Cabaña)". Eso sí, retorna a la Universidad asumiendo que lo que de verdad le gusta es "el mundo de la política".

Sí reconoce que no le ha sorprendido la lucha por la lista electoral de cara al 20 de noviembre dentro de su partido. "Cabaña desea sucederme a mí. Es lógico que quiera estar en el Congreso. Lo que no entiendo es que haya provocado un enfrentamiento por la portavocía (del PSOE) en la Diputación (en manos del secretario general socialista) cuando a los dos meses se va a presentar al Congreso (lo que puede obligarle a dejar la Alcaldía de Benalup y su escaño en la Diputación Provincial)".

Tiene claro Rafael Román que "lo último que le falta al PSOE es que la opinión pública se entretenga con sus disputas, cuando los ciudadanos están preocupados por otras cuestiones". Por ello considera que lo oportuno hubiera sido abrir un periodo de reflexión y de diálogo entre todas las partes, "los viejos y los nuevos" militantes. En todo caso, considera que para González Cabaña "ha pasado el tiempo de mandato" y que hay que dar paso a gente nueva, que no por ello joven, considerando que en las bases del partido hay políticos muy preparados (algunos ya con mando en determinadas ciudades de la provincia) para reorganizar el PSOE de Cádiz.

La última parte de la vida política de Rafael Román se ha centrado en Cádiz capital. Ha sido en dos ocasiones candidato a la Alcaldía de la ciudad, ocupando en dos mandatos la portavocía del PSOE en el Ayuntamiento.

Rechaza una visión pesimista de la ciudad al considerar que "Cádiz sigue teniendo muchísimas oportunidades", siempre que se sepa atraer a nuevos vecinos con poder adquisitivo y jóvenes con nuevas iniciativas empresariales. Se debe apostar, afirma, por las nuevas tecnologías y por un tejido industrial que no necesite de un espacio inexistente.

Pero frente a esta visión optimista, Rafael Román mantiene su visión crítica sobre la organización del Bicentenario de la Constitución de 1812. Curiosamente, se marcha cuando desde el propio Consorcio se le ha acabado por dar la razón, tras afirmar hace dos años que era necesaria otra fórmula de gestión para este evento.

Lamenta la ausencia de un programa cultural potente, capaz de atraer un turismo de calidad, y la puesta en marcha de una campaña de promoción con suficiente antelación. Para él era fundamental ser ambicioso en un proyecto de este calado, citando los aniversarios de las constituciones de los Estados Unidos y de Francia "que se plantearon como acontecimientos internacionales. Y así debería de haber planteado en España, un proyecto nacional". No se han alcanzado los objetivos previstos, según él, "por una mala coordinación entre las administraciones y por una carencia en los medios económicos, además de la lentitud en diversas obras". Lamenta, igualmente, que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero "no haya venido a Cádiz para haber impulsado este proyecto".

En cuanto a las obras del segundo puente, que en más de una ocasión él ha tenido que ayudar a reactivar, junto a su compañero de escaño Salvador de la Encina, no puede ser más claro: "Me he quedado un poquito preocupado. No avanza ni cuatro metros al día. No sé por qué pasan estos parones cuando viene un ministro y después un vicepresidente (para reactivar las obras) para después ralentizarse de nuevo. Algo está pasando en la cadena de mando del segundo puente para que haya que ir dando tirones para que la obra pueda continuar".

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