Las calles del Pópulo se diferencian del resto por sus aires de antaño, por su esencia trimilenaria, que hace especial este paraje a ojos de gaditanos, turistas y cualquiera que pise sus eternos adoquines. Cualquiera que se adentre por sus recónditos rincones encontrará una oferta hostelera de curiosa variedad.

Al entrar por el arco del Pópulo desde la calle Pelota y dirigiendo nuestra mirada a la derecha, se observa un lugar llamado El Bache del Bohemio, cuyo propietario no duda en calificar al barrio como uno de los que está de moda, "es un referente turístico y está cerca para los cruceristas", comenta. La opinión de este hostelero, además de vecino de la zona, es que las labores de limpieza deberían hacer más hincapié por mantener la pulcritud del distrito. El comerciante que comienza su andadura en estos lares confía en que "sea un negocio fructífero", y sabe que para llegar al éxito la paciencia es una de las claves.

Entre otra de las peticiones a los organismos públicos figura una mayor explotación de los enclaves turísticos que posee el barrio, como el patio medieval, el teatro romano y la galería artesanal, entre otros. "No hay una promoción turística seria del Pópulo, y no se pone en valor la labor de los artesanos que tenemos por aquí, habría que mimarlos más y crear una marca seria de artesanos", declara Luciano, dueño de El Bache del bohemio. También tiene palabras para la situación de abandono de la Casa del Almirante, que sigue sin saberse en el barrio cuál será el destino del inmueble, en un principio se suponía que iba a ser un hotel.

La salud de las ventas no está excesivamente mermada, pero iniciativas como la del Mercado Andalusí ayudan con mayor eficacia a generar beneficios. Las ventas se triplicaron considerablemente en estos días. Un mercado que ha demostrado lo idóneo que podría ser un bazar ambulante ambientado en la historia del barrio cada sábado por la tarde o cada domingo por la mañana. "Con esto se conseguiría más vida de día y no que solo se conozca el barrio por la noche", expone Luciano. Los hosteleros de esta zona están dispuestos a colaborar para que se celebre todo tipo de eventos culturales y aportar vida al barrio. Algunos comerciantes recordaron al distrito como marginal en los 80, y en la actualidad lo consideran una clara apuesta de ocio.

El progreso de la zona se ha atribuido, en parte, al expresidente de la asociación vecinal Tres Arcos, Antonio Gallardo. Además, es propietario del mítico bar El Malagueño. "El negocio en el Pópulo queríamos que se centrara en la hostelería y la artesanía, ésta última no ha funcionado bien por el poco apoyo municipal", asegura Gallardo. Este hostelero lleva años como regente de El Malagueño y afirma haber hecho todo tipo de esfuerzos para fomentar la cultura en el barrio: "Hace 13 años unos voluntarios peleamos para traernos el Mercado Andalusí y la Diputación nos ayudó". Según las percepciones del negociante, este año han mejorado los beneficios respecto a la anterior edición. La comunión con la entidad Tres Arcos ha supuesto la recuperación de fiestas tradicionales para el barrio, como una cabalgata de reyes, el carnaval callejero, el festival del vino e incluso se han incluido nuevas tendencias como la celebración del orgullo gay. Como novedad, se ha llegado a un acuerdo con la muestra cinematográfica Alcances para decorar los locales y ofrecer una tapa y un cóctel relacionado con el cine, además de acoger charlas de directores y actores.

"Hay mucha asfixia por parte de los organismos públicos, que no paran de subir impuestos y efectuar inspecciones, pero no mejoran las subvenciones para que no tengamos que poner de nuestro bolsillo los actos del barrio", comparte con indignación Antonio Gallardo.

El propietario de los locales Teniente Seblón y La Sidrería argumenta en la línea de Gallardo al considerar como "buena" la oferta de la zona, "aunque es mejorable". El propio establecimiento de este hostelero cuenta con exposiciones mensuales de pinturas que permiten al cliente disfrutar de un ambiente diferente y original. "El teatro al aire libre se fue del barrio, se lo llevaron a Puerta Tierra", comenta el dueño del local.

Otro de los puntos en común en el que coinciden los hosteleros es la puesta en valor del Teatro Romano. Un monumento que actualmente sigue rehabilitándose y que lleva años en desuso. Los comerciantes de El Pópulo lo consideran "fundamental" para aportar más vida a este barrio y crear puestos de trabajo.