El Ejecutivo andaluz ha considerado que su presidente, José Antonio Griñán, que "estará al frente" del proyecto socialista en el 2012, representa la "esperanza en el futuro y la recuperación" económica, una idea que rechazó el PP que cuestionó su legitimidad y le calificó de presidente "interino".

El perfil del presidente y su apuesta por el futuro y el final de la crisis económica ha sido trazada en el pleno del Parlamento por la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, la número dos del Gobierno andaluz, que compareció para explicar la última remodelación del gabinete de Griñán. "El nuevo Gobierno es el ha querido Griñán y un instrumento que expresa su voluntad con una remodelación más adecuada a los nuevos fines y a apuesta la recuperación económica y el cambio del modelo productivo", ha resumido Moreno. La consejera ha vinculado los cambios a la "nueva" etapa económica, a las "oportunidad y al futuro" de la comunidad, aunque también ha precisado que la prioridad del primero y del anterior de Manuel Chaves fue de "choque contra la crisis".

Además de repasar las principales medidas adoptadas, la también portavoz del Ejecutivo ha sostenido que el Gobierno es una "apuesta valiente y representa un punto de inflexión para la recuperación". Para ello, ha considerado que el "nuevo actor" tienen que ser el sector privado y ha subrayado que la Junta "seguirá en la senda" de la austeridad, el control del gasto y la estabilidad presupuestaria, tras los presupuestos "expansivos" pasados.

Moreno ha defendido la reorganización y "modernización" de la administración que prepara el Ejecutivo para darle "fortaleza y eficacia", el impulso a los sectores productivos de la economía sostenible, la protección social y la vertebración territorial, para lo que justificó los cambios en consejerías como la de Economía, Empleo y Obras Públicas. Según ha afirmado, con los cambios, Griñán "ha terminado con el discurso el PP del viejo PSOE para "cerrar falsos" debates: "En  2012 Griñán estará a la cabeza de los socialistas para ocuparse de los importante, que es Andalucía".

Lejos de convencerle los cambios en el Junta, el diputado del PP-A, Antonio Sanz, ha comenzado su intervención cuestionado la legitimidad de Griñán por "no ser elegido por las urnas y ser investido por la Cámara, tras la huida de Chaves", y ha insistido en la idea de que es un "presidente interino que mantiene paralizado" al Gobierno. Convencido de que Griñán "no acabará" la legislatura como presidente, el popular ha opinado que el nuevo Ejecutivo es "más de lo mismo, está sin rumbo y sin velocidad" en un momento en el que Andalucía "se la juega con un millón de parados". "El cambio consiste en cambiar sillones, en recolocar a socialistas, sin reformas, austeridad o recetas contra la crisis. Además, Rodríguez Zapatero le ha hecho el Gobierno a Griñán y ha nombrado a la sustituta (por Mar Moreno) del sustituto (por el presidente)", ha ironizado. Igualmente, ha tildado de "insulto" a los parados la reducción en un "5 por ciento" de los altos cargos de la Junta y ha concretado que el balance de Griñán es "más paro y más paro".

José Manuel Mariscal (IU) ha afirmado que lo que va a cambiar en el Ejecutivo es el "portador del mensaje, pero no el mensaje del portador", lo que le llevó a esgrimir que tiene un "rostro amable para afrontar un duro ajuste, pero sin cambiar de política". "Seguirá la reforma fiscal injusta, el recorte del gasto o la mercantilización de los servicios públicos. Si siguen así, tejerán la alfombra que hará llegar a la derecha a la Junta", ha advertido.

Mario Jiménez, que se estrenó como portavoz del PSOE-A, ha advertido al PP que cuestionar la legitimidad de Griñán es "jugar con fuego y acabarán quemándose" y se mostró convencido de que el presidente y su nuevo Gobierno representan la "esperanza y el futuro", por contra - ha dicho- el líder del PP, Javier Arenas, está "acabado y sonado por las derrotas" electorales.