Cada andaluz necesita 5,63 hectáreas (hª) para asegurar su consumo, producir y eliminar sus residuos y, con ello, mantener su nivel de vida. Ésta es su huella ecológica. El problema surge cuando la extensión territorial de la comunidad es sensiblemente inferior a la que necesitan sus habitantes. Su solución: la transformación de hábitos.

Inculcar nuevas costumbres es el objetivo con el que las fundaciones Cajasol, Andanatura y el Grupo Joly han desarrollado el juego de mesa Trivianatura, que fue presentado ayer en el Centro Cultural Cajasol por Rosa Santos, subdirectora general de la Obra Social de Cajasol; Rocío Espinosa, directora general de sostenibilidad en la red de espacios naturales de la Consejería de Medio Ambiente, y Juan Carlos Fernández, director general de Grupo Joly.

Orientada tanto a jóvenes como a adultos, esta iniciativa pretende "aumentar los conocimientos sobre medio ambiente de sus usuarios y promover entre ellos el respeto por la naturaleza y su conservación", asegura Santos. Lo más interesante de este proyecto para Espinosa es que conseguirá "sensibilizar a los andaluces de un modo innovador, didáctico y divertido".

Trivianatura consta de 2.700 cuestiones que servirán a sus cuatro participantes para restar metros cuadrados a su huella ecológica, en el caso de acierto, o sumarlos si la respuesta es errónea. La meta es alcanzar la sostenibilidad ambiental, es decir, los cero metros de sobreexplotación, o lo que es lo mismo, 2 hª por habitante.

Existen dos versiones de Trivianatura: una física (elaborada con materiales reciclables) y una electrónica a la que se puede acceder a través de internet. Esta última opción resulta atractiva, además de por su formato, porque incluye un concurso en el que los internautas podrán mejorar sus conocimientos medioambientales contestando 10 preguntas. Los participantes más certeros recibirán uno de los 100 ejemplares de este juego que se regalarán cada mes, desde ahora hasta junio de 2010.