Andalucía

Aplaudida en Madrid, repudiada en Cádiz

  • El Comisionado de la Memoria Histórica pide rotular una calle en la capital con el nombre de la jurista Mercedes Fórmica, cuyo busto retiró el Ayuntamiento de Cádiz por falangista.

Mercedes Fórmica nació en Cádiz y muy joven dejó de vivir en la Tacita. Tenía un busto en su memoria en la plaza del Palillero, junto a la Fundación de la Mujer, erigido por el anterior Ayuntamiento, del PP, precisamente por su múltiple condición destacada de jurista, novelista y feminista. Pese a esta personalidad variada, el nuevo equipo de gobierno de Podemos salido de las últimas elecciones municipales sólo se fijó en una de sus múltiples facetas, la de destacada falangista, para retirar de la vía pública su recuerdo. Sin embargo, su memoria, ocultada en la ciudad que la vio nacer, quedará perpetuada paradójicamente en el callejero de Madrid dentro de unos meses, si el Pleno municipal de la capital del Estado, precisamente con mayoría de izquierdas similar a la de Cádiz, aprueba la propuesta que ha elaborado el Comisionado de la Memoria Histórica. En ella se propone rotular con el nombre de Mercedes Fórmica la calle que hasta ahora lleva la denominación de Caídos de la División Azul.

"Militaba en la Falange, un partido fascista que derrotó a un gobierno legítimo. Ése no es el tipo de mujer que estamos defendiendo, y por eso he quitado el busto de Mercedes Fórmica". Ésa era la forma en la que explicaba su decisión la concejal delegada de la Mujer, Ana Camelo, en una asamblea celebrada en la plaza del Palillero el 16 de octubre. Era una contradicción evidente, o más bien el reconocimiento de una mentira dicha una semana antes, cuando el Ayuntamiento dijo oficialmente que el traslado de la escultura al interior de la Fundación se había realizado para "evitar su deterioro al estar en la vía pública". Desde entonces, el busto está colocado en la biblioteca que, de momento, sigue llevando el nombre de la autora gaditana.

Entre las llamadas "ciudades del cambio", la presidida por Manuel Carmena está a punto de demostrar más aprecio por la personalidad de Fórmica que la que la vio nacer. El Comisionado de la Memoria Histórica propone que la feminista y falangista gaditana sustituya en el nomenclátor al de Caídos de la División Azul, como se llamó a las tropas integradas por españoles que acudieron al frente de Rusia para combatir al Ejército Rojo comunista y en apoyo de las fuerzas nazis de Hitler. Dicho Comisionado es una entidad independiente presidida por la abogada Francisca Sauquillo y compuesto por otros seis vocales.

Paquita Sauquillo es abogada laboralista y su respetada figura cuenta con una larga trayectoria de lucha democrática contra la dictadura, en los movimientos cristianos de base y luego en el Partido Comunista. Ingresó en el PSOE en 1987 y fue diputada autonómica en Madrid y senadora. También logró acta de eurodiputada, y permaneció en el Parlamento Europeo durante una década. Con este legado indudable a sus espaldas, la profesional y la organización que preside no han encontrado inconveniente en que Mercedes Fórmica obtenga su reconocimiento y perpetuación en una importante vía de la zona norte de una ciudad gobernada por partidos de izquierdas.

Sin embargo, la concejal gaditana Ana Camelo y todo el equipo de gobierno de la ciudad, con poco más de un año de experiencia en las instituciones democráticas se sintieron poseedores de un sólo aunque valioso motivo para retirar de la circulación su efigie: "Ser falangista", lo que no es obstáculo en Madrid. La primera justificación dada desde la sede de San Juan de Dios, la de que el busto se retiró para evitarle daños, llevaría a una conclusión más amable: que lo que ha llevado a ese traslado es un especial cariño a su figura, puesto que tamaño cuidado no se ha tenido con ninguno de los bustos que se reparten por la ciudad. Pero el propio Ayuntamiento la desmintió a los pocos días. No era eso.

Mercedes Fórmica nació en Cádiz en 1913, y se trasladó con su familia a Sevilla a la edad de 11 años. A principios de los años 30 ya estudiaba Derecho en Sevilla, siendo una de las primeras mujeres en ese centro. Se hizo falangista, y de las destacadas, por lo que militó en el bando vencedor de la Guerra Civil. Pero el ideal de mujer que defendió en sus actos y sus escritos fue muy diferente del que preconizaba la dictadura militar resultante del conflicto. Se convirtió en uno de los principales elementos discordantes del franquismo, hasta el punto de defender públicamente los derechos de la mujer y lograr mejoras en algunas cuestiones sociales y económicas como la reforma del Código Civil de 1958. Hace unos meses, un grupo de intelectuales malagueños anunció que iba a pedir al Ayuntamiento gaditano el busto para colocarlo en un lugar destacado en Málaga, donde Fórmica vivió sus últimos años y escribió algunos libros.

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