Disputa -de baja intensidad- en la bancada derecha del Parlamento andaluz a cuenta del impuesto de Sucesiones y Donaciones. El PP y Ciudadanos pugnan por el liderazgo en la campaña por eliminar o reducir al máximo posible este gravamen y sus líderes lo escenificaron ayer en la sesión de control al Gobierno andaluz, cuando aprovecharon su turno de pregunta a Susana Díaz para interpelarse mutuamente.

Fue Juan Marín, el portavoz de la formación naranja, quien dio el primer golpe. Aprovechó su cuestión sobre incentivos fiscales que eviten la deslocalización empresarial, para criticar que Andalucía sea la comunidad "con la segunda mayor presión fiscal". Y recordó la presión que lleva meses ejerciendo su partido -con la influencia que le otorga ser el aliado parlamentario de cabecera para el PSOE- para exigir al Ejecutivo andaluz que ponga "punto final a la injusticia" que, en su opinión, es el impuesto de Sucesiones y Donaciones. Frente a la labor realizada por Ciudadanos, consideró Marín, están los que "en 30 años no se han preocupado" por el asunto.

La cuestión de Juan Manuel Moreno a la presidenta versaba sobre la situación de los autónomos y los planes de la Junta para incentivar el autoempleo, pero el líder popular no pudo obviar la referencia velada de su vecino de bancada. Lo hizo además de forma directa, cuando recordó a Marín que su partido, por su bisoñez, no estaba cuando el PP presentaba "legislatura tras legislatura" una iniciativa parlamentaria para eliminar el polémico gravamen.

Debió sentirse ofendido el portavoz del partido naranja, puesto que pidió al presidente de la Cámara, Juan Pablo Durán, que le permitiera defenderse de las "alusiones directas" realizadas por el líder popular. El jefe del legislativo no permitió, como sí hizo en el Pleno anterior en una situación similar, que Marín contestase a Moreno, con la correspondiente queja del portavoz de Ciudadanos. Ante su imposibilidad para expresarse en el plenario, Marín retó a su salida del Parlamento al líder de los populares andaluces a participar en un debate público sobre el impuesto de Sucesiones y Donaciones y recordó a Moreno que Ciudadanos apoyó la propuesta del PP en la Cámara para modificar el gravamen.

Quien aprovechó el rifirrafe fue Susana Díaz, que lo atribuyó al "nerviosismo electoral" y a "cierto ámbito de pelea" en la derecha. Fue más dura con Moreno, a quien, por segundo Pleno consecutivo, instó a vencer en unos comicios autonómicos para poder interpelar directamente a Marín. "Cuando quiera debatir con la oposición, gane las elecciones", espetó con sorna la presidenta, que acusó a los populares de mentir sobre la supuesta inexistencia del polémico gravamen en la Comunidad de Madrid, donde se mantiene, aunque bonificado. Lo hizo con datos, recordando que en la mencionada región se recauda más por el impuesto de Sucesiones y Donaciones que en Andalucía, algo que según fuentes populares se debe al mayor Producto Interior Bruto de la Comunidad de Madrid.