José Rodríguez de la Borbolla era el presidente de la Junta cuando la Administración andaluza aprobó el Plan Forestal. Ayer el Consejo de Gobierno decidió iniciar los trámites para la actualización de un texto -la cuarta en sus 25 años de vida- que, de esta manera, habrá estado vigente en los mandatos de otros tres presidentes de la Junta: Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz. Si continúa la tendencia que lleva en este cuarto de siglo, el documento que regula la normativa forestal andaluza llevará la firma de muchos inquilinos futuros de San Telmo, puesto que según los planes de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, el plan dictará las políticas forestales de la Junta hasta 2060.

La principal novedad de esta actualización consiste en la reformulación de los objetivos de la norma para atender a los requerimientos legislativos de la Unión Europea y el Gobierno central. En este sentido, tendrán mucha importancia las directrices europeas, que prestan mayor atención al cambio climático y a la conservación de la biodiversidad en los bosques. Asimismo, el documento también deberá recoger la programación de los fondos estructurales europeos en el periodo 2014-2020.

El plan pretende potenciar los servicios de los territorios forestales que, aunque no tienen valor de mercado, si pueden ser útiles para la sostenibilidad del desarrollo económico mediante la absorción de gases de efecto invernadero y, de esta manera, paliar los problemas derivados del cambio climático.

La redacción del texto correrá a cargo del departamento que lidera José Fiscal, pero con la revisión del Comité Forestal del Consejo de Biodiversidad de Andalucía, máximo órgano consultivo y de asesoramiento y participación social en la materia. Después de este proceso, el documento saldrá a información pública durante tres meses, periodo en el que la Administración recibirá a las entidades con intereses en el sector para que puedan hacer las alegaciones que consideren oportunas.

Junto con la adaptación a las normas europeas, la nueva redacción del plan incluirá la norma autonómica de 2010 que defiende la protección y promoción de las dehesas andaluzas. Este sistema ecológico ocupa en Andalucía casi un millón de hectáreas, la mitad del total nacional, y su principal característica consiste en la explotación combinada de los recursos ganaderos, agrícolas y forestales. En las dehesas el paisaje natural está matizado por una intervención del hombre que ha sabido sacarle el máximo provecho al ecosistema, aunque respetando los equilibrios ecológicos.

Además de la revisión de los objetivos del plan, el trabajo de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio también incluirá un balance exhaustivo de los 25 años de vigencia del plan, con especial atención al último lustro, periodo que se corresponde con la anterior actualización del texto.