Andalucía

Científicos del CSIC analizan una vía para tratar la enfermedad del sueño

  • La investigación se basa en derivados de rampamicina · Su función es inhibir el crecimiento celular de los parásitos que originan esta afección propia de África

Un grupo de investigación del granadino Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra (CSIC), encabezado por Miguel Navarro, en colaboración con el investigador de la Universidad de Sevilla José Luis Crespo y su doctorando Antonio Barquilla, ha descrito dos proteínas TOR (TbTOR1 y TbTOR2) encargadas de regular el crecimiento celular del Tripanosoma brucei, el parásito responsable de generar la enfermedad del sueño o tripanosomiasis africana. Asimismo, ha estudiado la acción de la rampamicina, un fármaco que frena el efecto que producen las proteínas TOR en el organismo.

La enfermedad del sueño afecta a alrededor de 400.000 personas en el África Subsahariana. Esta afección infecciosa se transmite a través de la picadura de la mosca Tsé-Tsé y sus síntomas son fiebres intermitentes con picos de parasitemia. Cuando los parásitos que transporta la sangre del enfermo traspasan la barrera hematoencefálica y se introducen en el cerebro invadiendo el líquido cefaloraquídeo, aparecen la confusión, los dolores de cabeza y la alteración de los ciclos del sueño. El coma cerebral es el último estadio de la tripanosomiasis africana que, si no es tratada, tiene consecuencias letales.

Miguel Navarro, director de esta investigación, explica que "los tratamientos que hoy se utilizan para combatir la enfermedad del sueño son muy tóxicos".

La rampamicina es un fármaco que tiene la capacidad de unirse a las proteínas TOR con alta afinidad a través de otra proteína, la FBBP12. Esta combinación propicia la inhibición de la proliferación y el crecimiento celular. "Dicha acción la convierte en un antiproliferativo muy eficaz que es utilizado como antitumoral, antifúngico e inmunosupresor", afirma Navarro. Por ello, "el siguiente paso de esta investigación estará enfocado hacia el estudio de los derivados de la rampamicina que no sean inmunosupresores para evitar su rechazo". Así, "potenciaremos la capacidad inhibitoria del crecimiento del parásito que genera la enfermedad del sueño".

Dentro del equipo de Navarro ya hay personas dedicadas al diseño químico de estos derivados. Aunque algunas empresas farmacéuticas están interesadas en este proyecto, por ahora, el ensayo está en una fase muy inicial. "Una vez aislado un derivado interesante, pasaremos a inocular la tripanosomiasis africana en ratas y, en una fase in vivo, comprobaremos sus verdaderos efectos en mamíferos", indica el director de este análisis.

Miguel Navarro afirma haberse decantado en su investigación por el estudio de los efectos de la rampamicina en la tripanosomiasis africana basándose en estudios anteriores sobre la acción de este fármaco como antitumoral y antifúngico. Para este científico del CSIC, "la originalidad de su enfoque ha permitido que hayamos podido publicar en una revista tan prestigiosa como es la Proccedings", de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense.

Desde 1960, cuando los fallecidos a causa de estas picaduras fueron algunos miles de personas, el registro ascendido hasta los 50.000, en 2002. El Instituto Carlos III de Madrid localizó, algún tiempo atrás, a dos inmigrantes que eran positivos de esta enfermedad pero, al no ser el insecto que la provoca típico de esta zona, no hay constancia de que ningún español sea víctima de la misma. La enfermedad del sueño no afecta únicamente a los humanos, también al ganado. Esta patología ocasiona pérdidas significativas en la cabaña ganadera de las regiones afectadas que, en ocasiones, llegan a superar los mil millones de dólares.

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