"Razonada y con sentido común". Así es como el líder del PP, Juanma Moreno, quiere la renovación en las listas de su partido para las elecciones generales, una mezcla de experiencia y nuevos valores. Pero para hacer el huevo, hay que romper la cáscara y, de momento, en el PP nadie mueve ficha para desalojar de los primeros puestos de la lista a los diputados históricos que taponan la renovación. Mariano Rajoy quiere una amplia renovación en la nómina del PP el 20-D, y en Andalucía, Juanma Moreno es más partidario incluso de este cambio. Pero eso significaría que Teófila Martínez, por Cádiz; Celia Villalobos, por Málaga; o Javier Arenas, por Sevilla o por Almería, diesen un paso atrás. Si estos tres, más Gabino Puche por Jaén, siguen al frente de sus listas, difícilmente se producirá la renovación, pero en el partido también son conscientes del tirón electoral de estas personas. Ante ello, Juanma Moreno ha confiado el proceso al propio presidente Rajoy, de quien depende la elección de los primeros espadas en las principales circunscripciones, caso de Sevilla, Málaga y Cádiz, algunas de las provincias que más diputados aportan de todo el país.

El PP quiere contar con Zoido, con Teófila Martínez y con el cordobés José Antonio Nieto, al entender que son personas que han ganado las elecciones locales en sus ciudades hace unos meses, aunque no hayan logrado gobernar por pactos de izquierdas. Sin embargo, aún no está decidido qué puestos ocuparán. A ello también se une el lugar de Javier Arenas, vicesecretario general del PP. Arenas puede ir por Sevilla o por Almería, aunque también se ha considerado que vaya por Madrid. Fuentes del PP sostienen que su intención es la de Sevilla y que Zoido, entonces, podría ir al Senado. Arenas ya es parlamentario andaluz y, de hecho, no se contaba con él para que volviera a entrar en la Cámara, pero, a última hora, una petición realizada desde Almería lo rescató para su nómina aunque eso no contaba entre los planes de Juanma Moreno. No parece que el nuevo líder popular tenga palabra sobre el futuro de Arena, y que éste será una decisión conjunta de Rajoy y del propio interesado.

En el caso de Nieto, el PP impedirá que sus congresistas sean también presidentes provinciales, como le ocurre al ex alcalde de Córdoba. Tendrá que decidir. En Málaga hubo un intento de desplazar a Celia Villalobos, pero no ha fructificado.

No obstante, el criterio supremo de la elaboración de las listas no va a ser la renovación, sino la rentabilidad electoral, por lo que Rajoy tendrá muy en cuenta quien aporta votos a pesar de su veteranía y cuáles son las opciones del cambio. Por ejemplo, Teófila Martínez, ex alcaldesa de Cádiz, ganó las elecciones municipales en su ciudad y aún mantiene el liderazgo entre los suyos, por lo que es difícil que deje de ser cabeza de lista. Ahora bien, es posible que algunos de éstos vaya al Congreso, pero no en los primeros puestos. En el PP se recuerda el caso de Arenas, que se presentó a las pasadas elecciones autonómicas de número cuatro por Almería.

Rajoy no tomará decisiones sobre las listas hasta después de disolver las Cortes la última semana de octubre, y tiene casi dos semanas más para presentar las nóminas ante la junta electoral. Y no es la primera vez que el presidente del Gobierno agota todos los plazos. Buena parte del éxito o el fracaso del presidente en las próximas elecciones se juega en las grandes circunscripciones porque son en estas provincias donde los partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, pueden sacar más escaños. El objetivo confeso de Juanma Moreno es que Andalucía sea la comunidad que más diputados aporte al grupo parlamentario, más que Madrid o que Valencia. En las anteriores elecciones generales, el PP consiguió 33 diputados andaluces, un récord en la historia del centro-derecha en la comunidad. Todos en este partido saben que no se repetiran las condiciones de desgaste socialista que había en esos momentos, con el final de Zapatero.