Nunca antes el plazo entre la constitución del Parlamento y el debate de investidura en el que se ha elegido la Presidencia de la Junta se ha demorado más de 15 días hábiles. Aunque el Reglamento de la Cámara (artículo 138) establece este plazo exclusivamente para el requisito de la presentación de una candidatura ante la Presidencia del Parlamento (sin obligación todavía de debate y votación), lo habitual en las distintas legislaturas autonómicas ha sido tomar este límite de referencia y convocar el pleno sin más retraso. Hay que remontarse a 2004 para encontrar el periodo más dilatado en el que el Parlamento comenzó sus funciones sin un presidente de la Junta nombrado. La constitución del Parlamento fue el 31 de marzo y el debate de investidura el 20 de abril. Para que la décima legislatura comience con normalidad el debate de investidura tendría que celebrarse antes del 6 de mayo, dos días antes de que comience la campaña política para las elecciones autonómicas y locales.

La incertidumbre marca la fecha del debate de investidura en el que la candidata del PSOE y presidenta en funciones, Susana Díaz, se someterá a la primera votación, en la que necesita una mayoría absoluta imposible a día de hoy. A las 48 horas se convocaría otra votación, ya sin debate, en la que Díaz sólo necesitaría mayoría simple, opción también alejada a tenor de las declaraciones de los otros cuatro grupos representados en la Cámara (PP, Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida), ya que todos se inclinan por el no. Las votaciones se sucederían los días posteriores hasta la elección de un presidente y, si transcurren dos meses sin elección, se procedería a la convocatoria de unas nuevas elecciones autonómicas, según establece el Estatuto andaluz reformado en 2007.

La cuenta atrás para unos nuevos comicios comenzaría a contar desde ese primer debate de investidura.

El Reglamento de la Cámara no establece ningún límite de tiempo para la convocatoria del debate, aunque sí para la propuesta de candidato. Ese plazo de 15 días no figura por ejemplo en el Reglamento del Congreso de los Diputados, con el que coincide en gran parte del articulado. El mayor retraso entre la constitución del Parlamento y la investidura del presidente a nivel nacional se dio en 1996, más de un mes después (27 de marzo- 4 de mayo) y una vez culminadas las negociaciones entre el entonces candidato del PP José María Aznar con los nacionalistas vascos y catalanes.

A la espera de que se retomen los contactos entre los partidos políticos andaluces, el Parlamento comienza hoy su actividad con la reunión de la Mesa de la Cámara aprobada la pasada semana. El orden del día de esa primera reunión sólo recoge la aprobación de la estructura organizativa de los grupos parlamentarios, a los que se asignarán los espacios que ocuparán en la sede. A partir de la celebración de la primera reunión de la Mesa el presidente del Parlamento, el socialista Juan Pablo Durán, puede comenzar la ronda de consultas con los portavoces de los grupos, como establece el Reglamento. Aunque el miércoles es fiesta en la capital hispalense, a partir del jueves está disponible. En la pasada legislatura el anterior presidente del Parlamento, Manuel Gracia, conoció las propuestas de los tres grupos entonces representados en una mañana. Las previsiones indican no obstante que los contactos se retomarían una vez pasada la feria de Sevilla, a partir del lunes próximo.

Mientras tanto los partidos en la oposición reclaman que se retome cuanto antes la actividad parlamentaria. El PP ha reclamado ya la celebración de sesiones de control a la presidenta, informaron fuentes parlamentarias. La secretaria general de Podemos, Teresa Rodríguez, aseguró ayer que los 15 diputados de su partido están impacientes por empezar a trabajar en la Cámara autonómica.