En este caso, se deberá determinar si el joven denunciante pudo sufrir abusos sexuales o incluso agresión sexual. Según fuentes próximas a la investigación, de las doce personas investigadas (diez sacerdotes y dos seglares), sólo a algunos se apuntaba desde el principio como presuntos responsables de los hechos. Será ahora la investigación la que determine el grado de participación de cada uno y si hubo sólo un autor material o más, y si el resto conocía lo que pasaba y calló.

Las fuentes jurídicas consultadas explicaron que la agresión sexual ocurre "cuando se atenta, con violencia e intimidación, contra la libertad sexual de una persona". El delito de agresión sexual está castigado con pena de prisión de uno a cuatro años; si la agresión sexual consiste en el acceso carnal, la introducción de objetos o la penetración bucal o anal, la pena prevista es de prisión de 6 a 12 años. Además, las penas anteriores pueden incrementarse en función de varias circunstancias, entre ellas si la víctima es menor de 13 años, si la violencia o intimidación se ejerce de modo degradante, o si en la agresión intervienen dos o más personas. También son constitutivos de delito si el agresor obtiene el consentimiento de la víctima haciendo valer una situación de superioridad que coarte su libertad.

La víctima habla de supuestos abusos a partir de los 13 años. Antes fue monaguillo en la parroquia que llevaba uno de los detenidos, stuada en el populoso barrio del Zaidín.