El torero jerezano Rafael de Paula pasó ayer la noche en el calabozo de la comisaría de Policía en calidad de detenido por supuestos delitos de amenazas e intento de agresión con una azada, según se desprende de la denuncia de su víctima, un conocido letrado jerezano. El torero se presentó al mediodía en el despacho del abogado, en la calle Caballeros, en pleno centro de Jerez, con una azada de campo de gran tamaño con la que intentó agredir al letrado después de proferir amenazas de muerte contra su persona.

Agentes de la Policía Nacional acudieron al despacho a requerimiento del abogado y se encontraron a Rafael de Paula, acompañado de otra persona en el exterior y esgrimiendo la azada. Después de preguntar por lo ocurrido a testigos del incidente, la Policía detuvo a Rafael de Paula, que una vez desarmado opuso resistencia a los agentes, a los que insultó y amenazó con el bastón que utiliza para apoyarse.

No es la primera vez que la Policía detiene a Rafael de Paula. En marzo de 1985, al diestro jerezano le esperaban tres inspectores de la Policía Nacional a la salida de la Plaza de Toros de El Puerto, donde acababa de torear, para conducirle detenido a la Comisaría de Policía. Sobre Paula pesaba una denuncia por delito frustrado de incitación al homicidio contra José Gómez Carrillo, ex jugador del Cádiz CF y ex subdirector del Casino Bahía de Cádiz.

Carrillo, que había sido visto con la mujer de Paula, fue apuñalado -sus heridas fueron calificadas de pronóstico leve- por dos jóvenes que fueron detenidos por la policía en Salamanca. Eran dos delincuentes habituales, naturales del País Vasco, que reconocieron haber recibido dinero de otra persona para cometer el homicidio. Esa persona era un empresario amigo de Paula, que había mediado para que ejecutaran la venganza.

Paula fue condenado por el Tribunal Supremo a dos años y 30 días de prisión tras diez años pleiteando. El 19 de enero de 1995 ingresó en la cárcel de Jerez.