Desafiando a la amenaza de las altas temperaturas que auguraban las previsiones, un grupo de ocho personas se encadenó ayer a las 9:00 al antiguo colegio El Castillo, en Ronda (Málaga), durante décadas centro educativo interno regentado por los salesianos y en la actualidad cerrado y sin uso. Se trataba de integrantes del recién creado Colectivo Social El Castillo, formado por miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Izquierda Unida, Juventudes Comunistas y los movimientos 15-M y 22-M.

La acción tenía por objetivo reclamar que las instalaciones se recuperen para dotarlas de un uso social que sirva para aliviar la difícil situación de muchas familias rondeñas. En concreto, los organizadores de la protesta piden crear allí un comedor social y un centro cultural. "La gente se amontona cada día en Cáritas para recoger alimentos, pero creemos que es mejor compartir un plato caliente en un comedor", señaló uno de los portavoces del colectivo, Alejandro Serrato.

El lugar elegido para la protesta fue unas escaleras situadas en la parte posterior del edificio, en el otrora patio del colegio y que en la actualidad acoge un parking municipal. El encadenamiento, eso sí, se llevó a cabo de forma simbólica, ya que los manifestantes no llegaron a estar sujetos realmente por las cadenas, lo que les permitió moverse libremente por el entorno e incluso cambiar de lugar para buscar la sombra, una vez más avanzada la mañana. Entre los presentes se encontraba el concejal de IU en la oposición del Ayuntamiento de Ronda, Álvaro Carreño.

El inmueble pertenece a la Fundación Moctezuma, y tras su cierre, hace a una década, se han manejado diferentes proyectos para rehab ilitarlo, aunque ninguno cuajó. La última propuesta fue la de un hotel de lujo con 200 habitaciones, aunque los promotores finalmente dieron marcha atrás.