Jesús García Calderón. Fiscal Superior de Andalucía

"Ha habido grandes quiebras en la realidad andaluza que han abonado el terreno para la corrupción"

  • Hay mañanas que siente "indignación" e "impotencia" al leer tantos titulares vinculados con la corrupción, que le confirman la necesidad de dar "una respuesta suficiente" a esta lacra

En la lista de preocupaciones de Jesús García Calderón (Badajoz, 1959) hay una realidad subrayada: la corrupción. Cree que un mayor control de las administraciones hubiera ahorrado muchos titulares a la prensa, que a su juicio no está ayudando tampoco a frenar la crispación en el ciudadano. En esta entrevista concedida a este periódico, el fiscal superior de Andalucía analiza la actualidad judicial con las cautelas propias de quien ostenta un cargo como el suyo. En enero publicará su último poemario. No ha leído aún, por cierto, Cásate y sé sumisa, pero sospecha que acabará haciéndolo.

-Si tuviera que hacer un diagnóstico de la justicia, ¿cuál sería?

-Resulta muy difícil, porque es una situación compleja. Se han incrementado las dificultades que ya de por sí son habituales en el sistema de justicia, sobre todo en el sistema de justicia penal. Yo creo que está dando una respuesta institucional suficiente a los grandes problemas que se le plantean. Esto no quiere decir que sea la mejor, pero pienso que es una respuesta de la que podemos sentirnos moderadamente satisfechos.

-Pasan los años y ciertos males endémicos del sistema judicial persisten. ¿Se ha convertido la modernización en una utopía?

-No, porque conocemos muy bien las causas y algunos males endémicos se han ido solucionando. En todo caso sería casi una distopía, que es una destrucción ordenada de la verdad. Con la Justicia uno tiene la sensación a veces de que no es dueña de su propio destino y de que se destruyen muchas verdades. La imagen que se ofrece de la justicia, sobre todo de la penal, no coincide con la realidad; coincide en parte, pero esa parte muchas veces se toma por el todo. Habría que distinguir entre lo que es el sistema de justicia, la normalidad de la justicia y el reflejo de la Administración de Justicia en los medios, porque son magnitudes diferentes, que coinciden en muchos casos pero que no son idénticas.

-¿No da una imagen real la prensa de la justicia?

-La prensa hace su papel y yo no creo que sea un problema exclusivo de ella. Es verdad que en ocasiones se transmite un mensaje excesivamente crispado, pero también la gente quiere oírlo, por lo que tampoco se puede echar la culpa a los medios. También nosotros transmitimos muy mal nuestra labor, pues utilizamos un lenguaje oscuro y somos incapaces de explicar con claridad lo que hacemos. Es un problema con muchas paternidades.

-Si estuviera en su mano, ¿qué es lo primero que cambiaría del sistema judicial?

-Lo primero, cambiar por completo el presupuesto. En el caso concreto del Ministerio Fiscal, tenemos derecho a un presupuesto singularizado. Y habría que hacer muchas reformas en el Código Procesal Penal. La reforma procesal es absolutamente urgente y confiemos en que llegue a buen término la que se tramita por el Gobierno.

-¿Cree que donde hay poder hay corrupción?

-No, yo creo que donde hay corrupción es donde no se controla el poder, que es distinto.

-La corrupción está salpicando a altos cargos políticos, líderes sindicales y hasta a miembros de la Corona. ¿Cómo asiste a estos escándalos?

-La corrupción no es un problema nuevo, aunque va cambiando en su manera de actuar. Es uno de los elementos en la evolución de la criminalidad que más nos preocupan. Así lo hemos puesto de manifiesto en las últimas memorias y constituye una preocupación constante de la Fiscalía General del Estado, de la Fiscalía Anticorrupción y de todas las fiscalías del territorio.

-Casos como el de los ERE o las facturas falsas de UGT están a diario en los periódicos. ¿Qué piensa cuando lee la prensa?

-Muchas veces la información que se transmite no es aséptica, sino muy interesada. No es que no sea real, pero sí es verdad que uno observa que tiene elementos que no se ajustan exactamente a lo que está ocurriendo en el proceso. La sensación que me produce es la de cualquier ciudadano: una sensación de indignación y de impotencia, de necesidad de dar una respuesta suficiente. El problema es que la corrupción, aunque parezca mentira, se olvida con facilidad.

-¿Usted cree?

-Nos interesa en determinadas situaciones en las que están en juego una serie de valores, de elementos de poder... Pero suele ser sustituida con rapidez por otra serie de noticias escandalosas, y es muy importante no olvidarse de la corrupción. No sólo basta con llevar a cabo el desmantelamiento de una actividad delictiva y la detención de los culpables. Hay que someterlos a juicio, ver las sentencias en las distintas instancias y examinar su ejecución. Sin embargo, aquí el foco mediático muchas veces desaparece y no debería para ver qué ocurre efectivamente con algunos procesos de corrupción. En realidad hay muchos aspectos de la corrupción que son desconocidos para la opinión pública y que quizás debieran merecer mayor atención por las instituciones.

-¿Cómo ve que un sindicato se gaste más de 80.000 euros en carteras falsifica...?

-[Interrumpe amablemente]. Esta es una cuestión que está siendo investigada y lo que el fiscal tenga que decir lo dirá en el proceso.

-¿Hubiera evitado un mayor control de las administraciones todos estos casos de corrupción?

-Evidentemente. La lucha contra la corrupción tiene que partir de una serie de presupuestos. Uno de ellos es el cumplimiento de la legalidad administrativa y , en especial, la fiscalización contable. Si ambos extremos tienen lugar con la energía suficiente, es difícil que aparezca la corrupción; no es imposible, pero es más difícil. Sin embargo, en ambos casos ha habido grandes quiebras en la realidad andaluza que han abonado el terreno para la aparición de la corrupción.

-¿Son suficientes los medios existentes para atajarla?

-La corrupción en España, en lo que se refiere a la legislación penal, sustantiva y procesal, puede ser atacada y combatida con eficacia, pero esto no quiere decir que los medios que tengamos sean los adecuados. Creo que lo fundamental ahora mismo no es tanto contar con mayores medios materiales, que también son necesarios, sino con unidades especializadas en las que se integren funcionarios fundamentales para un conocimiento exhaustivo del asunto, como expertos en contratación pública o inspectores de finanzas del Estado. La corrupción tiene que ser combatida por equipos multidisciplinares de investigación, dirigidos por el Ministerio Fiscal y bajo la supervisión de un juez.

-¿Qué opina de la instrucción de la jueza Alaya en el caso de los ERE?

-Sobre los ERE nunca me he pronunciado, porque la competencia corresponde a la Fiscalía Anticorrupción, que es la que debe poner de manifiesto lo que piensa. Y lo ha hecho en numerosísimos escritos que han sido presentados.

-¿La preimputación de Grinán y Chaves, recurrida por la Fiscalía Anticorrupción, podría hacer aterrizar el caso en el TSJA?

-No, porque tanto el aforamiento del señor Griñán como del señor Chaves es en el Tribunal Supremo, al tener la condición de senador y diputado, respectivamente. Si aparecen otras personas aforadas en el TSJA, que serían consejeros y parlamentarios andaluces, y si en su momento llegara una exposición razonada, tendríamos que pronunciarnos, pero por ahora no ha tenido lugar.

-¿Ha tenido oportunidad de departir ya con Susana Díaz?

-No. Tuve la oportunidad de ir a la toma de posesión y la saludé, pero nada más.

-¿Y qué le parece?

-Le deseo lo mejor. Tiene una labor muy difícil y ojalá la desarrolle con acierto.

-Ya que hablamos de políticos...

-Yo no estoy hablando mucho de políticos.

-¿Cree que los partidos respetan la ley a la hora de financiarse?

-Los partidos políticos son muy importantes para la actuación y para la vigencia del sistema democrático, lo dice nuestra Constitución y tienen que respetar la ley. Eso es lo único que le puedo decir.

-¿Considera adecuada la reforma planteada por Ruiz-Gallardón en lo que a la financiación ilegal de partidos se refiere?

-En tanto supone una forma de control más en el manejo de fondos públicos, siempre es positivo.

-¿Cuál es su opinión sobre lo ocurrido con la doctrina Parot?

-No quiero pronunciarme sobre el particular. No estoy muy de acuerdo con la sentencia de Estrasburgo, pero tendría que establecer muchos matices jurídicos para conformar mi posición con claridad y no tenemos tiempo. Sí creo que se está produciendo un error: se está confundiendo la resolución de Estrasburgo con la impunidad, y no es cierto. Hay una diferencia importante. La derogación, valga el término, de la doctrina Parot no puede identificarse con la impunidad.

-La alarma que generan las excarcelaciones de asesinos, violadores y etarras pone en evidencia que mucha gente duda de la reinserción. ¿Usted cree en ella?

-Por supuesto, sin duda alguna. Es la finalidad de la pena, otra cosa es que desgraciadamente a veces no tenga lugar.

-La prisión permanente revisable...

-Es una cuestión que tiene que debatir el Parlamento y es el que tiene que pronunciarse sobre una materia tan difícil. Es un debate donde debemos mantenernos con una distancia adecuada, a no ser que se reclame nuestra opinión a través de los órganos correspondientes.

-¿Ha leído la obra Cásate y sé sumisa, editada por el Arzobispado de Granada?

-No.

-¿Y tiene previsto leerla?

-Es probable.

-¿Qué le parece la polémica?

-Lo único que he sé es que el Ayuntamiento de Granada lo ha remitido a la Fiscalía y entonces no debo pronunciarme, debo de esperar a que la Fiscalía lleve a cabo un pronunciamiento oficial al respecto. El Derecho Penal no siempre es la solución para los problemas a los que se enfrenta a diario la sociedad, pero nosotros naturalmente lo analizaremos y, si es necesario, pues tendremos que leer el libro.

-¿Qué diría a quienes dudan de la imparcialidad de la Fiscalía?

-Pues que tienen una duda ya metafísica, de su propia existencia, porque se nos acusa de servir intereses políticos que yo ya no sé . A mí me nombró el Gobierno de Aznar y luego he sido renovado en sucesivos gobiernos socialistas y populares, y por esa regla de tres viviría una esquizofrenia orgánica todos los días. Las críticas de parcialidad vienen desde la parcialidad, y algunas veces vienen también con un poquito de rencor. Pienso que es un recurso retórico utilizado hasta la exasperación en el ámbito político, pero que le aseguro que no afecta a los fiscales de Andalucía.

-Aunque queda mucho para que culmine este su tercer mandato, ¿piensa seguir al frente de los fiscales andaluces?

-Yo analizo mi futuro con un margen de un par de semanas. A partir de ahí es, como decían los antiguos mapas, terra incognita.

-¿Se ha planteado alguna vez llegar a fiscal general del Estado?

-No, no me lo he planteado nunca.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios