El Ayuntamiento de Jerez de la Frontera (Cádiz) es el segundo de España con más deuda acumulada con los proveedores. Sólo es superado por el de la capital, Madrid. El jueves pasado, el gobierno municipal que preside María José García-Pelayo (PP) remitió al Ministerio de Hacienda la documentación con el listado de facturas y la deuda que soporta. Las cifras no dejan lugar a dudas: son el fiel reflejo de la grave situación que atraviesa el consistorio jerezano. Facturas: 12.999; algunas de ellas de hace veinte años. Deuda: 328.282.652,56 euros.

Con la documentación enviada a Hacienda, el Ayuntamiento de Jerez cumplimenta el requisito establecido en el Real Decreto 4/2012 aprobado por el Gobierno para que los proveedores puedan cobrar, a través del mecanismo de financiación y a partir de mayo próximo, las facturas pendientes de pago por obras, servicios y suministro con fecha anterior al 31 de diciembre de 2011. Del total de la deuda, el Ayuntamiento debe 254.422.136,93 euros correspondientes a 10.719 facturas, mientras que las empresas municipales y organismos autónomos adeudan 73.860.515,63 euros en un total de 2.280 facturas.

Pelayo aclaró que en este listado no se han incluido otros 150 millones de euros, al no cumplir esta deuda los requisitos exigidos por el Gobierno, como es el caso de la deuda con las administraciones, que asciende sólo con Hacienda y la Seguridad Social a 120 millones de euros. "Ha sido un trabajo complejo, primero por la elevada deuda, con un volumen de facturas que destaca en relación a otros ayuntamientos, segundo por la antigüedad de las facturas, ya que algunas son incluso de los años 90, y tercero porque también ha afectado al proceso de elaboración de la documentación la disolución en 2007 de los organismos autónomos", explicó la alcaldesa.

La primera edil reconoció que la deuda coloca a Jerez por delante de capitales como Valencia o Sevilla, con mayor número de habitantes. "Pone de manifiesto la situación tan precaria en que se encuentra el Ayuntamiento, que ha supuesto un lastre para la ciudad y ha causado la ruina de muchos proveedores, pero ahora vamos a tener al alcance de la mano un instrumento serio para ordenar el pago de nuestra deuda y saldarla". García-Pelayo agregó que el decreto del Gobierno "es un balón de oxígeno y va a suponer una importante inyección de liquidez a la economía productiva, saldando una deuda que ha causado un gran daño al tejido productivo de la ciudad".