Estamos en la semana del Black friday, se habrá dado cuenta por la orgía de propaganda que lo precede. Pues que sepa que si participa lo hará de un gran invento orquestado para sacarle dinero y que, además, tiene bastantes posibilidades de que sea timado y que, además, contribuirá a que se aceleren los efectos más nocivos del cambio climático. ¿De verdad que participará usted?

Estoy convencido de que no es permisible, ni razonable, ni éticamente sostenible, invitar a la gente a consumir desmedidamente con la situación medioambiental tan grave en la que vivimos. Este próximo viernes vamos a dar el pistoletazo de salida a la larguísima temporada de Hiperconsumismo, que no nos abandonará hasta después de Reyes. Mes y medio de fiebre por comprar, pero sin sentido, de una manera instrumentalizada y exagerada y que está dirigida por estímulos publicitarios que sólo sacian necesidades superfluas. Este es el hábito favorito de nuestro sistema económico, que además de destrozar el medioambiente construye sociedades fatuas e insípidas, sin más horizonte que su autodestrucción. Perdone si suena duro, pero es lo que hay. Si tiene dudas lean las conclusiones de la última cumbre del clima en Alemania, que son semejantes a las de 2015 en París, y a las de años atrás en…, el único remedio conocido para frenar el cambio climático es reducir drásticamente el consumo, de todo: de agua, de suelo, de madera, de carne, de energía…

Y encima nos engañan. El año pasado los consumidores españoles gastaron en esta campaña más de 1.500 millones de euros en un solo día, lo que nos muestra claramente cómo se ha implantado este invento yankee. Desde Facua-Consumidores en Acción nos recuerdan los fraudes que en los últimos años se vienen produciendo con la excusa del Black friday; los precios se suben de manera intencionada unos días antes del famoso viernes, y posteriormente se anuncian rebajas escandalosas. Para "cazar" fraudes invitan a todos los usuarios a participar en la campaña #BlackFraude, poniendo en sobreaviso a otros consumidores.

Sea por nuestro futuro, sea por evitar el engaño, huyan de estos fenómenos hiperconsumistas, y atrevámonos a ser consumidores responsables, aquellos que sólo buscan lo que necesitan al menor precio "climático" posible, y que además luchan contra la precariedad seleccionando según su procedencia. Este viernes, austeridad.

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