Unos 23 municipios de la Axarquía y la comarca nororiental de la provincia de Málaga son los que tienen mayor riesgo de sufrir un gran terremoto de intensidad máxima, entre 8 y 10, considerados los más destructivos y que a lo largo de la historia se han producido en esa zona. Eso sí, la poca distancia que mantiene la costa malagueña con la del norte de África hace que sea improbable un tsunami como los que han ocurrido en otros lugares del mundo al no haber espacio suficiente para que se forme una ola de gran tamaño.

El nuevo mapa de peligrosidad sísmica de la provincia, editado por la Diputación Provincial de Málaga en colaboración con la Asociación Española de Ingeniería Sísmica, no deja lugar a dudas sobre el alto riesgo que tienen los municipios situados más cerca de la falla de Granada, que discurre por el Boquete de Zafarraya hasta Alhama.

Alcaucín, Alfarnate, Alfarnatejo, Almáchar, Árchez, Archidona, Arenas, Benamargosa, Cómpeta, Canillas de Aceituno, Canillas de Albaida, Colmenar, Comares, Frigiliana, Periana, Riogordo, Salares, Sayalonga, Sedella, Viñuela, Villanueva de Tapia, Villanueva del Rosario y Villanueva del Trabuco son los municipios más cercanos a ese punto caliente y, por tanto, los que más peligrosidad concentran.

En el resto de la provincia, el peligro de sufrir uno de estos seísmos disminuye cuanto más al oeste, por lo que los municipios del litoral más occidental son los que tienen menos riesgo. Así, hay otros 48 municipios donde la peligrosidad es entre media y alta, y donde se incluye la capital y parte de la Costa del Sol, la zona del Guadalhorce, la comarca norte y la parte alta de la Serranía de Ronda, mientras que en otros 28 el peligro es medio y en cuatro bajo (Gaucín, Casares, Manilva y Estepona).

A diferencia de lo que ocurre en la capital malagueña, donde es precisamente la zona oeste la más vulnerable a este tipo de fenómenos tanto por la densidad de la población como por el hecho de que está asentada sobre "unos suelos blandos y flexibles" frente a un seísmo de gran intensidad debido a su cercanía al río Guadalhorce", explicó ayer el vicepresidente de la Asociación Española de Ingeniería Sísmica, Ricardo García Arribas.

La actualización del mapa provincial ha supuesto un notable incremento de la vulnerabilidad de los municipios de la provincia de alrededor del 70% con respecto al anterior. Pero no, advirtió porque "haya aumentado la peligrosidad que es la misma", sino porque la norma de edificación sismorresistente es "ahora más exigente".

De hecho, el experto advirtió que la peligrosidad de la zona unido a la vulnerabilidad de los edificios es lo que realmente supone un riesgo, por lo que insistió en que los efectos de un terremoto de gran intensidad "sólo puede aminorarse con la prevención sísmica, que implicaría verificar los edificios que son muy vulnerables".

De ahí, que criticó que el diseño de los edificios "desde la ignorancia es muy peligroso", y citó como ejemplo en la provincia la construcción de la comisaría de policía de Las Lagunas en Mijas. Por eso, afirmó que "sólo desde el urbanismo puede atajarse el riesgo sísmico", aunque reconoció que "vale dinero, claro".

El objetivo, por tanto, es facilitar este mapa a todos los municipios de la provincia para que lo apliquen o lo tengan en cuenta en los planes de emergencia de ámbito local ante riesgos sísmicos. Para ello, se contempla en el documento un organigrama de actuación en el caso de que se produzca algún sismo y se incluye una guía sobre medidas preventivas para saber cómo debe prepararse un municipio para un terremoto, con lo que hay que tener en cuenta en el diseño del urbanismo y de las edificaciones.