Caras de pena más que de cansancio. Porque el incendio ha sido ha sido muy complejo de atajar por las rachas de viento que se han registrado y porque además se estaba perdiendo un espacio natural de gran importancia ecológica arrasado por las llamas.

225 de efectivos de Plan Infoca para la prevención y extinción de incendios forestales, quince autobombas, trece medios aéreos, maquinaria pesada y efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (253 efectivos y 12 autobombas) trabajaron ayer para combatir el fuego declarado en la noche del pasado sábado en el término municipal de Moguer, que ha afectado al Espacio Natural de Doñana.

Hasta Huelva se han desplazado Bricas de cinco provincias de la comunidad andaluzaLos retenes han realizado turnos de más de diez horas de trabajo

Horas y horas de trabajo han permitido el control de las llamas que han alcanzado alturas de más de diez metros en algunas zonas. Las Brigadas de Refuerzo Contra Incendios (Brica) de seis provincias de Andalucía han participado en las labores de extinción. La Brica de Granada ha sido una de ella. Desde allí se han desplazado varios retenes, que han acudido al auxilio de Huelva. Su profesionalidad ha quedado más que demostrada desde el mismo momento que requirieron sus servicios. Eran las dos de madrugada cuando fueron alertados de las llamas. Desde entonces han estado trabajado durante dos días, en periodos de más diez horas.

Luis Manuel Martínez es el coordinador de uno de los Brica. Él y sus compañeros de equipo atajaron uno de los frentes activos. En el último turno, lo hicieron desde las dos de la madrugada de ayer lunes hasta las dos del mediodía. Fueron doce horas sin parar, combatiendo las llamas no solo con mangueras a pie de tierra, sino motosierra en mano realizando cortafuegos para impedir que las llamas siguieran avanzado. Era una zona situada frente al camping de Doñana, varios kilómetros hacia el interior del preparque, por la zona de Cabezudos y el Abalorio, donde el fuego comenzaba a amenazar el corazón del Parque Nacional de Doñana.

Su afán se centró en evitar que las llamas alcanzaran las copas de los pinos y que se propagaran a una velocidad de vértigo, impulsadas por el viento. Una vez que amaneció se incorporaron los medios aéreos. Luis y su brigada recibieron las primeras luces del día sabedores que aún les quedaba mucho trabajo por hacer. Habían estado toda la noche entre llamas y rescoldos, pero el foco había dejado mucho material de retorno, el que puede provocar que se reavive el incendio.

Cuando llegaron a Huelva sabían que el fuego era de nivel 1 y que debían emplearse a fondo, aunque están acostumbrados a hacer frente a este tipo de siniestros. Es más, Enrique Cifuentes, uno de los integrantes del retén granadino asegura que al menos el terreno llano, no ha contribuido a dificultar las labores de extinción. "El terreno de arena es mejor que la tierra caliza para combatir las llamas", explicó Cifuentes.

Dos días seguidos y sin dormir, ha permanecido esta brigada en el entorno de Doñana para evitar una catástrofe ecológica. Ayer regresaron a sus casas en Granada donde les esperaban sus familias. Volvieron sanos y salvos, cansados pero con la satisfacción de haber contribuido a salvaguardar un espacio natural único.

La labor de esta brigada y las del resto del Plan Infoca, así como de la UME, han sido objeto de elogio por parte de las autoridades del Gobierno central y de la Junta de Andalucía. Todos han resaltado el excepcional trabajo realizado por ambos efectivos.

El II Batallón de Intervención en Emergencias desplegó ayer una segunda compañía para reforzar el dispositivo de la Unidad Militar de Emergencias en este incendio forestal, aumentando a 244 los militares destinados desplegados en la zona. Ello permitió mantener el trabajo de dos secciones en línea, 100 efectivos entre las dos, durante las veinticuatro horas. Este personal trabajó con 12 autobombas y cuatro nodrizas.