El secretario general de Asaja-Sevilla, Miguel Afán de Rivera, advirtió este viernes de que "los grandes beneficiarios" de la factura del gasóleo son el Gobierno y las empresas petrolíferas, mientras que los agricultores y ganaderos "van camino a la ruina"

Afán de Rivera señaló que esto es así al embolsarse el Estado la cuarta parte de la factura del gasóleo a través de los tres impuestos que lo gravan, el IVA, el Impuesto Especial de Hidrocarburos y el Impuesto sobre Ventas Minoristas.

Según datos de la organización agraria, con el precio que actualmente se paga por el gasóleo agrícola, el Estado se embolsaría en 2008, 70 millones de euros más que lo que recaudó en 2005, un 50 por ciento más. En total, Asaja-Sevilla precisó que de mantenerse el precio actual del gasóleo, el Estado recaudaría este año de 208 millones de euros, frente a los 137,5 millones recaudados en 2005.

Explicó que la subida que el gasóleo ha experimentado en el último año es "alarmante", si en junio de 2007 el litro de gasóleo se pagaba a 0,66 euros, hoy, en la cotización más baja en surtidor y cooperativa, se paga a algo más de un euro, 34 céntimos más que el año pasado, por lo que el precio se ha incrementado más del 50 por ciento.

Ante esta situación, destacó que los agricultores andaluces tendrán un gasto de partida "superior en 200 millones de euros" al del ejercicio anterior, en el que, según apuntó, se pagaron 650 millones de euros, que ya supusieron entonces un sobrecoste de cien millones de euros respecto a 2006.

Al incremento de los costes del gasóleo, según afirmó, hay que añadir los de los fertilizantes, dependientes del precio del petróleo, que "en 2007 se duplicaron, causando un sobrecoste de más de cien millones de euros a los agricultores andaluces y que podría duplicarse de nuevo en 2008",

En cuanto a lo ganaderos, señaló que los precios percibidos en origen por el producto siguen en caída libre, mientras que los costes del pienso para la alimentación animal se han duplicado en los último doce meses.

A esta situación, Afán de Rivera advirtió de que se suma que el Gobierno pretende eliminar el próximo 1 de julio las tarifas eléctricas especiales para riego, lo que "agrava la situación en las explotaciones de regadío, cuyos costes energéticos pueden multiplicarse por cuatro".

Manifestación el 19 de junio

Asaja-Sevilla acudirá a Madrid el 19 de junio a participar, junto con el resto de provincias de España en la manifestación convocada por Asaja, bajo el lema 'Por la supervivencia del campo' y en demanda de una fiscalidad diferenciada y menor, sobre el gasóleo agrícola, y de otras medidas de choque que permitan paliar las pérdidas que sufre las explotaciones.

Entre estas medidas, Asaja defiende la reducción de los impuestos especiales sobre el gasóleo agrario, algo que permite la Legislación europea; la aplicación a este insumo un tipo de IVA reducido del siete por ciento. De aplicarse la fiscalidad mínima permitida el precio de ésta sobre el precio final del gasóleo agrario se reduciría al 17 por ciento y se lograría una disminución adicional del precio que soportan los agricultores del 38 por ciento, subrayó la organización agraria.

Asaja solicita también al Gobierno español, en relación con la fiscalidad directa que soportan los agricultores y ganaderos a través del IRPF, que se vuelvan a instaurar las medidas aplicadas por el Gobierno en el año 2000 y que consistían en la deducción del 35 por ciento de los gastos de gasóleo y la deducción por gastos en fertilizantes y plásticos hasta el 15 por ciento, así como la rebaja del plazo de amortización de la maquinaria a dos años.

De igual manera, precisó que deberían adoptarse también recortes generales del dos por ciento de los índices o módulos de rendimiento neto de las actividades agrícolas y ganaderas, y el incremento al diez por ciento de la deducción por gastos de difícil justificación.

Ante la crisis ganadera, Asaja-Sevilla demanda, además, entre otras medidas, un incremento hasta el nueve por ciento en la compensación del IVA del Régimen Especial Agraria para los ganaderos, el desacoplamiento total para las ayudas establecidas en la PAC para los sectores del vacuno, ovino y caprino o el aumento de la oferta de materias primas para la alimentación animal.