María José Mata, que ha renunciado a su cargo de delegada provincial de Vivienda y Ordenación del Territorio en Málaga antes de tomar posesión, aseguró ayer que no ha dimitido por considerarse relacionada en la trama de corrupción de Marbella, "que no lo estoy", dijo, y consideró haber ejercido en general "con imparcialidad" sus funciones de inspección urbanística. Además, se mostró "orgullosa" de "haber contribuido" a devolver la legalidad en Marbella. En un comunicado remitido a las agencias Europa Press y Efe, también hizo el siguiente apunte: "He podido advertir una actitud de rechazo hacia mi nombramiento que ha llevado a algunos a intentar demostrar una supuesta falta de idoneidad para el cargo tratando de relacionarme con la trama del caso Malaya para generar desconfianza sobre mi actitud profesional".

Sobre su participació en la empresa Lex Hispania al mismo tiempo que ejercía como inspectora de urbanismo, aseguró que "está expresamente admitida en la normativa sobre incompatibilidades de los empleados públicos".

Mata dijo que no tenía noticia "hasta ahora" del informe policial incluido en el sumario del caso Malaya que incluye dos conversaciones entre ella y un ex socio suyo que fue investigado por orden judicial. En su opinión, "el hecho de que se publiquen justo cuando se da a conocer el nombramiento" la llevan a interpretar que "algunos sectores rechazan mi nombramiento y querrían ver a otra persona ocupándolo".

La dimitida delegada aseveró que su relación con el Urbanismo en Marbella "ha consistido, únicamente, en contribuir a detectar las irregularidades urbanísticas cometidas en su día por el Ayuntamiento y en elaborar las propuestas de impugnación en vía judicial de las licencias ilegales", además de asesorar a la Oficina de Planeamiento y la Comisión Gestora tras la disolución del Ayuntamiento. En este punto, manifestó que el expediente tramitado para retirar las competencias urbanísticas al Consistorio marbellí "se apoya básicamente en las actas de inspección que en su día levanté".