Andalucía

Las dos caras de Ciudadanos

  • La formación naranja tumbó enmiendas al Presupuesto con propuestas que sí avaló en el debate de la comunidad

Juan Marín a su llegada al Pleno del debate sobre la comunidad.

Juan Marín a su llegada al Pleno del debate sobre la comunidad. / juan carlosm uoñz

Ciudadanos, a veces, se asemeja a Jano, el dios romano con dos caras. Es oposición y su jefe de filas, Juan Marín, se encarga de recordarlo cada vez que puede. Pero también soporta al Gobierno socialista de Susana Díaz, a quien permitió repetir en San Telmo en 2015. La mayor muestra de esta condición de socio preferente es el acuerdo que, en los últimos tres años, han firmado los dirigentes de la formación naranja con la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, para que el Ejecutivo pudiera sacar adelante los Presupuestos de 2016 y 2017.

En una semana, el Parlamento aprobará también las cuentas de 2018 con los 47 votos a favor del PSOE y los ocho de Ciudadanos. Ambos suman 55, justo la mayoría absoluta en la Cámara andaluza. Pero en el reciente debate sobre el estado de la comunidad la aritmética se movió en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. En la votación de las propuestas de resolución, la formación naranja se alió con el resto de grupos de la oposición para aprobar iniciativas con el voto en contra del PSOE. Entre las medidas avaladas por el Parlamento estaban la puesta en marcha de una ley de renta básica, el reconocimiento de la deuda de la Junta con los ayuntamientos a cuenta de la Patrica o la dotación de medios al plan Infoca para que funcione todo el año a pleno rendimiento.

El jueves de la semana pasada, Ciudadanos fue oposición, pero sólo cinco días después, el martes, volvió al redil del Gobierno. El socio preferente del Ejecutivo socialista ayudó al PSOE a tumbar las más de mil enmiendas presentadas por los otros tres grupos de Cámara y la diputada no adscrita. Por ese motivo, Carmen Lizárraga y Elena Cortes, diputadas de Podemos e IU, respectivamente, criticaron ayer la "incoherencia" de la formación naranja, que apoyó el jueves lo que rechazó el martes. Las propuestas de resolución aprobadas en plenos como el de la semana pasada son de obligado cumplimiento para el Gobierno andaluz, pero lo que no está establecido es su plazo de ejecución. Las que iban en las enmiendas rechazadas no verán la luz en 2018.

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