El Ayuntamiento de Marbella se ha visto obligado a readmitir al ex jefe de la Policía Local, Rafael del Pozo, imputado en el caso Malaya, a la espera que de la Justicia se pronuncie sobre la suspensión de empleo y sueldo que pretende el Consistorio.

Fuentes municipales informaron ayer de que al darse de alta policía tras una baja por depresión que ha tenido desde que se destapó la trama de corrupción municipal, Del Pozo pidió a finales de abril su reingreso en la plantilla municipal.

El actual equipo de gobierno ha decidido que el ex responsable policial desempeñe labores de asesoramiento de tráfico en la Delegación municipal de Transportes, a la que se le ha adscrito "por las necesidades que el Ayuntamiento tiene en esa parcela", añadieron las fuentes.

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Málaga desestimó la solicitud de suspensión de empleo y sueldo que presentó el Consistorio marbellí, aunque esa medida fue recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que todavía no ha resuelto el recurso. Hasta que el Alto Tribunal tome una decisión, Del Pozo podrá seguir trabajando en este Ayuntamiento, al que pertenece como funcionario.

El ex jefe de la Policía Local durante los mandatos del GIL, detenido en tres ocasiones en relación con el caso Malaya, está imputado tras la investigación del caso Malaya de tres delitos de tenencia ilícita de armas y dos de encubrimiento, así como de omisión del deber de perseguir delitos, tráfico de influencias, cohecho, falsedad documental y apropiación indebida.

Los investigadores de la Policía Nacional llevaban tiempo tras la pista de Del Pozo al haber recabado durante años informaciones que apuntaban a sus presuntas irregularidades. Algunas de las investigaciones se paralizaron cuando entraron en el cauce judicial, pero el caso Malaya puso al descubierto los supuestos tejemanejes del ex jefe de la Policía Local marbellí.