CLARA AGUILERA. Candidata al Parlamento Europeo por el PSOE

"El resultado de la PAC no es malo para España, pero no me gusta para Andalucía"

  • La ex consejera acusa a Arias Cañete de falta de visión política con el olivar de pendiente.

Clara Aguilera, ex consejera de Agricultura y Pesca, es una de las tres andaluzas que figuran en las listas a las europeas por el PSOE. Ella va en el número 11, lo que hace pensar no sólo con que cuenta con la confianza de la presidenta Susana Díaz sino también que alcanzará escaño en la Eurocámara.

-Se va a Bruselas y desde allí hará política de una manera diferente a como ha hecho hasta ahora.

-La primera vez que fui a Bruselas iba a una manifestación en un avión fletado por las organizaciones agrarias, trabajando de gerente de la federación de cooperativas. En esos tiempos estaban en riesgo las ayudas a la producción y se cambió al pago único y nos preocupaba el olivar. Luego he acudido como consejera y ahora voy a estar en el Parlamento que ya codecide y me parece muy importante estar ahí porque ahora es cuando es realmente importante.

-Es de suponer que en el Parlamento Europeo intervendrá en las cuestiones agrarias que afectarán a Andalucía.

-Estoy muy orgullosa por estar en la lista de mi partido en las elecciones europeas, si de algo sé es de esto. Estos dos años he estado al margen por incompatibilidad y por no interferir con las dos personas que han estado en la Consejería, Luis Planas y Elena Víboras, y no me parecía ni elegante ni oportuno. Eso no quiere decir que haya estado apartada. He leído las páginas agrarias, para mantenerme informada porque es mi mundo profesional y al que pretendía volver.

-Pero no se ha apartado del debate de la PAC. En algún momento fue el azote de la Consejería.

-Si alguien lo ha entendido así, no ha sido mi voluntad. Las personas que hemos estado en un sector tenemos una tendencia natural a opinar de todo, aunque sea en privado.

-Y finalmente, ¿cómo cree que ha quedado la PAC?

-Si vamos al marco global en el que empezamos, en los dos primeros años que me tocaron como consejera, el panorama era terriblemente negro, como siempre ante cualquier reforma. Las ayudas directas se congelaban, se igualaban a todos los países, el concepto del greening nos preocupaba muchísimo. Se partía con mucha incertidumbre ya con 28 países y al final abordamos una reforma con una crisis económica, lo que significaba que no tendríamos más dinero y había que mantener el sobre de ayudas a España. Ya en aquel momento me costaba trabajo entender que Alemania o Francia, principales beneficiarios de la PAC, fueran a renunciar a parte de sus fondos por lo era una buena estrategia el seguir unidos a los más fuertes.

-Pero cambió según avanzaban los debates.

-Al final el Parlamento Europeo y la Comisión han hecho un buen trabajo y el resultado final para España es bueno. Se han mantenido los recursos. Pero no me gusta el de Andalucía. El debate que nos preocupaba era el segundo, el reparto interno. En el primer debate se podía ganar la batalla, la segunda mesa, fue la que salió peor.

-Desde las comunidades del PP se repetía que Andalucía era la gran ganadora en la PAC.

-Decían que Andalucía salía beneficiada. Pero hay una realidad en Andalucía que no se da en otros territorios y yo niego que estuviera beneficiada sino que antes obtuvo un reparto equitativo y ahora no. Y eso lo he dicho al que gobernara, me da igual fuera del partido que fuera. Y eso lo sabía el ministro, que es conocedor del lugar.

-En la última mesa de negociación, desde el PSOE se reclamaba romper la buena sintonía con el Ministerio y confrontar.

-Los responsables que han estado en la consejería han hecho el mejor trabajo que han considerado, tanto Luis Planas como Elena Víboras. Aparte de la confrontación o no en el debate político, hay que trabajar mucho técnicamente. Al final no vas a Bruselas a contar una milonga. Ha habido trabajo previo con el Ministerio y Bruselas. Otra cosa es que, como Andalucía tiene un peso importante, además de trabajar con el Ministerio es bueno que se trabaje con Bruselas. Andalucía tiene peso para hacer ese trabajo en Bruselas sin ser una negociación paralela. Soltar un mitin y hacerse una foto lo hace cualquiera.

-La Junta se ha mostrado decepcionada por no conseguir fondos para el olivar de pendiente.

-Tenemos un situación con el olivar específico de Andalucía. No todo el olivar es igual. Hay olivar que con un precio de 2,20 euros no tiene suficiente y otro que cubre sus necesidades con 80 céntimos. Pero ese olivar de pendiente ayuda a mantener zonas rurales, no sólo un problema económico sino social, de población y cohesión social. Se nos pueden caer muchos pueblos de Andalucía por eso picos de precio del aceite. Creo que la Consejería evaluó las necesidades en una media de 52 millones de euros para un apoyo específico. Ha faltado generosidad, habilidad, trabajo y visión política del Ministerio. Se ha perdido una oportunidad.

-¿Y qué le parece la odisea de Deoleo?

-Queda la satisfacción de que todo el mundo, incluidos los que no saben nada de esto, veían que no debía irse a manos italianas porque habíamos conseguido trasladar el valor estratégico de nuestra agricultura. Con Deoleo por primera vez se podía entrar en mercados como el norteamericano y no se debía desaprovechar. Pero éstos de los fondos de inversión van a otra cosa, no les importa el interés estratégico de un sector. Y ahí vemos a Bankia o la que fuera Cajagranada que no atienden a eso. Deoleo debería permanecer en manos españolas y si fueran andaluzas, mejor que mejor.

-Una vez en Bruselas y con Arias Cañete de eurodiputado, hay temas importantes por afrontar.

-Los temas que más me preocupan son los de comercio internacional. Entiendo que la Unión Europea debe firmar acuerdos comerciales, pero estamos muy acostumbrados en Andalucía a que siempre se haga el intercambio con la agricultura, sobre todo, con cultivos mediterráneos. Hay que garantizar que se preserve la seguridad alimentaria, algo que desgraciadamente no se ha hecho.

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