La opinión invitada

El 'greening', antes de la siembra

  • El agricultor debe tener todos los datos para planificar la diversificación de los cultivos.

EL pago para prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente, conocido entre los agricultores y ganaderos como greening, supone en torno a 1.400 millones de euros del sobre nacional y a nivel de agricultor un 34% aproximadamente del total de las ayudas a recibir. Dada la importancia del montante de este pago, y antes de planificar la siembra de la campaña 2016/2017, Asaja Córdoba recuerda que, para recibir el pago, el agricultor tendrá que cumplir con las medidas de diversificación de cultivos y superficie de interés ecológico en la tierra de labor, y con el mantenimiento en los pastos.

La diversificación de cultivos consiste en sembrar varios cultivos diferentes en la tierra de cultivo de la explotación.

Los cultivos permanentes están exentos del cumplimiento de estas prácticas, puesto que se ha reconocido que ya son suficientemente beneficiosos para el medio ambiente por la labor de almacenaje de carbono que realizan, como demostró Asaja Córdoba con su proyecto para cuantificar el carbono capturado en las plantaciones de cítricos. Además, estarán exentos del cumplimiento aquellos agricultores acogidos a métodos de producción ecológica.

Así, en la tierra de labor habrá que llevar a cabo las prácticas de diversificación de cultivos y de superficie de interés ecológico. En cuanto a diversificación de cultivos, las explotaciones que posean más de 30 hectáreas de tierra de labor deberán sembrar por campaña al menos tres cultivos distintos, no debiendo suponer el cultivo principal más de un 75% de la superficie total y éste, junto con el cultivo secundario, no ser más del 95% del total de la explotación. Para explotaciones de entre 10 y 30 hectáreas, habrá que sembrar al menos dos tipos de cultivos diferentes y el principal no deberá sobrepasar más del 75 % de la explotación.

Se considera que se trata de cultivos diferentes en los siguientes casos:

A) Cuando los géneros botánicos son distintos. Por ejemplo, los cereales como la cebada, el trigo, el maíz, que pertenecen a diferentes géneros botánicos, se considerarán cultivos diferentes. En cambio, el trigo blando y el trigo duro, al pertenecer al mismo género botánico, se consideran un mismo cultivo a estos efectos.

B) Las distintas especies en el caso de las familias botánicas, como la colza y las coles (Brassicaceae), el tomate y la patata (Solenaceae) y el melón y el pepino (Curcubitaceae).

C) La tierra en barbecho.

D) La hierba u otros forrajes herbáceos

Además, se consideran cultivos distintos: los cultivos de invierno y primavera. Se consideran distintos el trigo de invierno y el de primavera. Sin embargo, en este caso, debe de haber evidencias de la diferente estacionalidad de los cultivos por el empleo de variedades especificas adaptadas a cada estación o porque resulta evidente el distinto estado vegetativo.

En cuanto a superficie de interés ecológico, esta práctica sólo se llevará a cabo en explotaciones mayores de 15 hectáreas en las que habrá que dedicar al menos un 5% del total de la tierra de cultivo declarada a una de estas tres opciones: barbecho, sembrar leguminosas o tener superficies agrícolas forestadas. En el caso de la siembra de leguminosas (judía, garbanzo, lenteja, guisante, etcétera), el porcentaje a sembrar será un 7,15 % del total de la explotación, puesto que una hectárea sólo contabilizaría como 0,7 hectáreas sembradas.

Para evitar el riesgo de lixiviación durante el otoño del nitrógeno acumulado en el suelo, este tipo de cultivos deben ir seguidos en el plan de siembra por algún cultivo que tenga necesidad de nitrógeno, no estando permitido dejar a continuación las tierras en barbecho ni volver a sembrar un cultivo fijador de nitrógeno.

Es por ello que las tierras que durante la campaña 2015/2016 hayan estado sembradas de leguminosas deberán, por ejemplo, estar sembradas de cereal esta campaña.

Además, la superficie que se deje de barbecho para el cumplimiento del 5% de Superficie de Interés Ecológico no deberá dedicarse a la producción agraria durante, al menos, un periodo de nueve meses consecutivos desde la cosecha anterior y en el periodo comprendido entre el mes de octubre del año previo al de la solicitud y el mes de agosto del año de la solicitud.

Esta información tiene que tenerla el agricultor presente a la hora de planificar la siembra de esta campaña, ya que su cumplimiento es obligatorio para el cobro de las nuevas ayudas de la PAC.

También, en esta campaña y de forma excepcional, habrá que cumplir las medidas fitosanitarias obligatorias a consecuencia de la existencia de la plaga del mosquito del trigo (Mayetiola destructor) y que se deben adoptar sólo en los polígonos que se encuentran incluidos dentro de la orden de 1 de julio de 2016 por la que se hacía pública la declaración de dicha plaga.

En cuanto a las explotaciones exentas de cumplir el greening, estarán exentos de la diversificación de cultivos y del cómputo del SIEs los siguientes tipos de explotaciones:

A. Explotaciones en las que más del 75% de las tierras de cultivo se utilice para producir hierba u otros forrajes herbáceos o se deje en barbecho o se dedique a una combinación de ambos, siempre que la tierra de cultivo restante (el otro 25%) no exceda de las 30 hectáreas.

B. Explotaciones en las que más del 75% de la superficie agrícola admisible sea utilizada como pasto permanente o para la producción de hierba u otros forrajes herbáceos o cultivos bajos de agua.

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