La opinión invitada

Ricardo Serra

La aceituna de mesa lanza un SOS por su supervivencia

El sector vive una crisis estructural que requiere de un plan de acción urgente.

Quiénes nos dedicamos al sector agrario llevamos varios años escuchando esa cantinela de la fortaleza de este sector, su dinamismo, lo bien que soporta la crisis y lo mucho que contribuye al equilibrio de la balanza comercial y al sostenimiento de empleo. Toda una panoplia de elogios que sin ser falsos no responden a la realidad de todo el campo, pues si bien la actividad agraria es un negocio "sin techo ni suelo", sujeto a altibajos derivados de los avatares meteorológicos y de la volatilidad de los mercados, hay algunos sectores que además viven en crisis permanente, de manera que lo que en un principio se enfocaba como una situación coyuntural, derivada de factores meramente productivos, se ha acabado tornando en una crisis estructural. Este es el caso del sector de la aceituna de mesa, una de las producciones que más empleo genera en Andalucía y probablemente la más emblemática de cuantas se obtienen en la provincia de Sevilla.

España es el primer productor y exportador mundial de Aceituna de Mesa. Andalucía copa el 80% de la producción nacional y el 25% de toda la aceituna que se consume en el mundo. Sevilla se erige como la primera provincia productora, con el 75% del cultivo andaluz.

Sin embargo, las cifras de la crisis estructural son otras: En los últimos quince años el precio en origen de la aceituna permanece congelado y los costes de producción se han incrementado en un 70%, han desaparecido 10.000 explotaciones, sólo en la provincia de Sevilla se han arrancado casi un millón de olivos de las variedades manzanilla y gordal en las comarcas de Aljarafe y Campiña.

En Asaja somos muy conscientes de la importancia de este sector, y de la gravedad de la situación actual. Basta recordar las movilizaciones que convocamos en 2009 en demanda de un Plan de Apoyo, así como la concentración y acto de protesta que convocamos en 2011 "por la supervivencia de la aceituna de mesa".

En los últimos cinco años hemos presentado a la Consejería de Agricultura y al Ministerio de Agricultura decenas de propuestas para reestructurar el sector y encontrar una solución que alivie a los olivareros de verdeo y les permita vivir dignamente de su actividad. Sin embargo, los continuos vaivenes y cambios de cartera y el desconocimiento que tienen los responsables políticos sobre este sector, con frecuencia opacado por la dimensión del olivar de aceite, han supuesto un importante obstáculo para que las propuestas que hemos planteado encuentren la respuesta adecuada en las instituciones.

En Asaja lo tenemos tan claro que este ha sido el primer asunto que hemos trasladado a la recién creada Mesa Sectorial del Aceite de Oliva y la Aceituna de Mesa, que se constituyó en Madrid el pasado 9 de junio. En dicho encuentro, Asaja-Sevilla trasladó la necesidad de lograr que en la próxima revisión de la PAC en 2016 la aceituna de mesa cuente con ayudas al almacenamiento privado similares a las que disfruta el sector del aceite de oliva, con el objetivo de poder ajustar la oferta a la demanda y activar la recuperación de los precios. Instó al Ministerio a demandar en Bruselas la modificación del Reglamento comunitario para que se incluya a este sector como perceptor de ayudas acopladas, una puerta que se abriría sólo con que se cambiara la denominación de aceite de oliva, que es la que ahora aparece en el citado reglamento, por la de olivar, con lo que se daría cabida a las dos producciones del olivo.

Igualmente es muy importante que se nos permita, dentro de la normativa, medidas de autorregulación, para destinar una parte de nuestra producción a aceite de oliva, ayudando con ello a reducir los altos stocks.

Debemos erradicar la "banalización" que sufre este producto en el canal Horeca, sobre todo en los bares y cafeterías donde se nos ofrece, sin solicitarlo previamente, un producto de bajísima calidad, haciendo un flaco favor a la promoción. Hay que acabar con los "lebrillos de aceitunas gratuitas de ínfima calidad".

Asaja-Sevilla ha pedido también a la consejera de Agricultura, Elena Víboras, a la que se le ha oído hablar mucho de olivar en pendiente y nada de aceituna de mesa (un olivar de altos costes de producción), que se implique con el sector y que apoye un más que necesario plan de reestructuración, con la concesión de ayudas destinadas a fomentar la reconversión varietal, la puesta en riego, y el aumento de densidad. Ahora, tenemos una oportunidad "de oro" para utilizar el subprograma temático "olivar" dentro de la nueva programación del Plan de Desarrollo Rural de Andalucía.

Por último, entre las propuestas planteadas por Asaja-Sevilla figura también la de ofrecer incentivos al agricultor para su agrupación en cooperativas, así como el apoyo para las producciones de calidad diferenciada. En este sentido, ya se han dado los primeros pasos, con el apoyo del Ministerio y de la Consejería de crear una IGP (Indicación Geográfica Protegida) de la aceituna de mesa sevillana para la variedad manzanilla y gordal.

No obstante, estas medidas por sí mismas no son suficientes. En el fondo de esta crisis estructural hay un problema de precios derivado del desequilibrio de la cadena de valor, los olivareros de verdeo llevan más de una década perdiendo dinero, la manzanilla verde se mueve entre 0,51 y 0,54 euros el kilo, la aceituna ya entamada ronda los 0,63 euros el kilo, mientras un bote de aceitunas de marca blanca tiene un precio de venta al público de 3,80 euros el kilo, por lo que está muy claro que el margen económico se lo quedan básicamente quiénes envasan y distribuyen la aceituna.

Por ello, si queremos que perviva el verdeo es necesario reequilibrar la cadena de valor, pues existe margen para que podamos vivir todos.

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